Recorre las azoteas y cruceros de Dubrovnik desde miradores panorámicos, detente junto al fresco río Ombla y pasea por los senderos sombreados del Arboreto de Trsteno con tu guía local. Momentos de calma sobre la ciudad y destellos de la vida cotidiana junto a jardines centenarios, aquí no se trata de correr sino de dejar que Dubrovnik te envuelva.
Para ser sincero, no esperaba que un puente me impresionara tanto. Pero el puente Franjo Tuđman realmente te regala una panorámica increíble de Dubrovnik: tejados rojos, cruceros, toda la ciudad cayendo hacia el mar. Nuestro conductor Luka paró en una terraza (conoce todos los rincones), y mientras intentaba sacar una foto, me señaló los pequeños olivares escondidos en las colinas. El aire olía a sal marina, pero también a algo verde, ¿quizás salvia silvestre? Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio mirando el paisaje. Fue como darle pausa al tiempo.
Después seguimos rumbo al río Ombla. Había leído que es uno de los ríos más cortos de Europa, pero allí, con el agua deslizándose suavemente sobre antiguos molinos de piedra y pequeñas cascadas, parecía que el tiempo se estiraba. Luka nos contó que de niños solían nadar allí; sonrió y dijo que a veces todavía se escapa a bañarse cuando hace mucho calor. El río tiene una frescura constante que se siente aunque no metas la mano. Me dieron ganas de haber traído sandalias o algo así. La próxima vez, sin duda.
Lo que más me marcó fue el Arboreto de Trsteno, no por ninguna serie de televisión (aunque Luka mencionó que aquí se grabó Juego de Tronos), sino porque pasear por esos senderos antiguos bajo cipreses era como viajar a otro siglo. Hay una fuente renacentista donde el agua suena diferente, más suave, y la luz del sol se filtra entre las hojas iluminando estatuas desgastadas. Vimos a dos jardineros charlando en croata junto a un limonero; uno nos saludó con la mano pero siguió podando como si fuera un martes cualquiera. Era un remanso de paz, justo lo que no esperaba tan cerca del bullicio de Dubrovnik.
Sigo pensando en la vista desde la colina Srđ al final: la ciudad dorada bajo la luz del atardecer y el mar extendiéndose hasta el infinito. Nuestro grupo se quedó en silencio otra vez allá arriba. Quizás por cansancio o por intentar guardar esa sensación antes de bajar.
El tour suele durar medio día, según tu ritmo y el tiempo que dediques en cada parada.
Sí, se ofrece recogida en hoteles o alojamientos en la zona de Dubrovnik bajo petición.
Es el jardín botánico más antiguo de Croacia, del siglo XV, famoso por su variedad de plantas, fuente renacentista y mansión histórica.
No se incluyen entradas ni comida; durante el traslado se ofrece agua embotellada.
Sí, puedes hablar con tu guía-conductor para ajustar paradas o tiempos durante el tour privado.
Se aconsejan zapatos cómodos; si quieres mojarte los pies en el río, unas sandalias son ideales.
Tu día incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado y WiFi, recogida en hotel si la necesitas, agua embotellada para el viaje y tiempo suficiente para explorar cada lugar con tu guía local antes de regresar a Dubrovnik cuando quieras.
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