¿Buscas una aventura sencilla cerca de La Fortuna? Este paseo en balsa suave te permite ver monos, aves tropicales y más mientras disfrutas del río Sarapiquí. Ideal para familias o quienes quieran conectar con la naturaleza sin prisas.
Lo primero que sentí al llegar a El Roble de Sarapiquí fue el aire cálido y húmedo, con ese aroma a tierra mojada que solo se encuentra cerca del río. Nuestro guía, Carlos, nos entregó los chalecos salvavidas y bromeó diciendo que hasta los monos envidiarían nuestro equipo. Nos subimos a la balsa justo al lado del restaurante Red Eye Frog — los locales no paran de hablar de su café — y comenzamos a navegar suavemente por el río Sarapiquí.
Mientras flotábamos entre lianas y ramas que se asomaban, el silencio solo se rompía con el canto de los pájaros y el suave remolino de la pala de Carlos. Señaló un destello verde en lo alto — ¡guacamayo verde grande! — y más adelante vimos una familia de monos aulladores descansando en un árbol. En algunos momentos nos acercamos a la orilla y pude ver pequeñas mariposas morpho azul revoloteando justo sobre el agua. La parte baja del río es tan tranquila que hasta los niños se sentían cómodos asomándose para ver tortugas o alguna iguana tomando el sol.
A mitad del recorrido, Carlos nos dejó bajar para darnos un chapuzón rápido. El agua estaba fresca pero nada fría, perfecta para refrescarnos después de estar bajo el sol. De vuelta en la balsa, navegamos junto al borde del Corredor Biológico Mesoamericano. Carlos nos contó que esta zona es famosa por aves raras y, a veces, por nutrias negras de río (aunque ese día no tuvimos suerte). El paseo duró unas dos horas, pero la verdad es que el tiempo voló.
Terminamos en Jacaré y regresamos al Red Eye Frog. El almuerzo fue un casado típico costarricense — arroz, frijoles, plátanos, ensalada y pollo si querías. No soy muy fan del café, pero el aroma a nuez de su café me hizo repetir. Si buscas una aventura tranquila pero llena de vida salvaje, este safari en balsa es justo lo que necesitas.
Sí, es perfecto para familias con niños. El tramo del río es tranquilo y los guías tienen experiencia con todas las edades.
No te preocupes si no eres buen nadador. Proporcionan chalecos salvavidas y puedes decidir si quieres nadar durante la pausa.
Seguramente verás monos, perezosos, aves tropicales como guacamayos y martines pescadores, además de lagartos o tortugas en la orilla.
¡Sí! Al terminar el paseo disfrutarás un almuerzo tradicional casado en un restaurante local, junto con café y snacks.
Tu tour incluye snacks, un almuerzo casado costarricense completo, transporte ida y vuelta en vehículo con aire acondicionado, además de todo el equipo de seguridad como cascos y chalecos salvavidas. Los guías se encargan de todo para que solo te relajes y disfrutes del río.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?