Camina por senderos en la selva hasta la cascada del Río Celeste, haz tubing en su río azul con pausas para fruta fresca, avista fauna como perezosos y monos con tu guía local, y disfruta un almuerzo típico costarricense antes de regresar cansado pero feliz.
Salimos de La Fortuna justo después del amanecer—todavía medio dormidos, pero nuestro guía Marco ya soltaba bromas sobre los “tres volcanes seguidos” que pronto veríamos. Apoyé la frente en la ventana mientras atravesábamos nubes dispersas y campos de piña. El bus olía a tierra mojada y termos de café. Cuando Marco paró junto a un árbol enorme (lo llamó Árbol de la Paz), nos contó que tiene 400 años—más viejo que muchos países. Traté de imaginarlo mientras tocaba su corteza, áspera y fresca bajo mi mano.
La caminata hacia la cascada del Río Celeste estuvo lodosa pero no fue difícil—solo hay que tener cuidado si llovió la noche anterior. Primero escuchas el agua, ese sonido bajo y constante que se va haciendo más fuerte hasta que de repente aparece ese azul intenso cayendo entre paredes verdes. Sinceramente, las fotos no le hacen justicia. Nos quedamos un rato ahí, dejando que la bruma nos mojara la cara. Algunos intentaban nombrar todas las aves que volaban arriba (yo me rendí después de “tucán”).
No esperaba que el tubing fuera tan divertido—al principio temía caerme, pero terminas dejándote llevar por la corriente. El agua está más fría de lo que parece, sobre todo cuando te metes en las pozas más profundas. Marco nos lanzó rodajas de piña y sandía desde una bolsa seca en una parada; tenían un sabor casi efervescente después de tanto remar. Había monos en los árboles sobre nosotros—los escuchaba pero nunca los vi.
El almuerzo fue en un lugar pequeño cerca de la entrada del parque: arroz, frijoles, guiso de pollo y plátanos. Nada sofisticado, pero justo lo que necesitaba después de nadar. De regreso, paramos para ver un perezoso colgado boca abajo como una hamaca peluda (todos bajaron para tomar fotos). La última parada fue en un mercado de souvenirs donde casi compro un imán de rana, pero cambié de opinión en la caja—ahora ni sé por qué. Pero sigo pensando en ese agua azul.
La actividad toma casi todo el día, incluyendo la recogida y regreso desde La Fortuna o playas cercanas.
Sí, el transporte ida y vuelta está incluido, excepto para quienes van por cuenta propia.
Podrás ver dos tipos de perezosos, ranas de colores, aves exóticas y monos durante el recorrido.
Sí, después del tubing se sirve un almuerzo típico costarricense.
Se recomienda un nivel moderado de condición física; no es apto para embarazadas ni personas con problemas cardíacos.
Sí, los guías certificados hablan inglés y español.
Sí, hay varias paradas en el río donde puedes nadar.
Tu día incluye recogida en hotel desde La Fortuna o playas seleccionadas (a menos que conduzcas por tu cuenta), todas las entradas para senderos y tubing en las aguas azules del Río Celeste, frutas tropicales frescas durante la pausa en el río, un guía bilingüe experto durante todo el recorrido, y un almuerzo local típico antes de regresar en comodidad con aire acondicionado.
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