Camina por senderos sombreados en Manuel Antonio con un guía local que te ayuda a ver monos, perezosos y aves que pasarías por alto solo. Hay risas por errores con el idioma, fruta fresca en la playa y fotos profesionales para que no te preocupes por tu cámara. No se trata de correr, sino de disfrutar cada sonido y color salvaje.
Lo primero que me sorprendió fue el ruido de los monos — no solo ruido, sino ese bullicio salvaje que rebotaba entre los árboles. Nuestro guía, Diego, sonrió cuando salté al escuchar una rama moverse arriba (solo era un mono capuchino, pero igual). Me pasó el telescopio para que viera un perezoso acurrucado como una coma peluda en lo alto. Seguro no lo habría visto sin que él señalara ese parche gris que se camuflaba entre las hojas. El aire olía a tierra mojada y algo dulce — tal vez esas pequeñas flores amarillas que había por todos lados.
No podía dejar de fijarme en destellos azules y verdes — colibríes que volaban alrededor mientras Diego nos contaba qué animales podríamos ver en los senderos de Manuel Antonio. Tenía la costumbre de detenerse en medio de una frase si escuchaba un canto, y susurrarnos que miráramos a la izquierda o a la derecha. Vimos tres tipos de monos (los ardilla son mis favoritos ahora), además de un venado que se quedó quieto en las sombras un segundo antes de desaparecer. En un momento Diego intentó enseñarme a decir “perezoso” en español; lo dije tan mal que se rió tanto que casi se le caen los binoculares.
Después de tanto caminar — la verdad perdí la noción del tiempo — terminamos en una playa con arena tan blanca que casi me dolían los ojos. Las olas eran tan suaves que hasta los niños pequeños jugaban en el agua, y alguien repartió fruta fresca y bebidas frías mientras veíamos las fotos que Diego había tomado antes (captó justo cuando me agaché para esquivar una rama baja… gracias por eso). Aún recuerdo esa vista — el cielo brillante, el aire salado, todo como iluminado. No quería irme todavía.
El recorrido guiado cubre varios senderos dentro de Manuel Antonio y termina en la playa; dura aproximadamente medio día incluyendo tiempo en la playa.
Sí, los guías ayudan a avistar perezosos de dos y tres dedos y tres especies de monos usando telescopios y binoculares.
Durante los tours privados se ofrece fruta fresca y bebidas suaves, especialmente en la playa después de caminar.
Sí, la mayoría de las áreas son accesibles para sillas de ruedas y los bebés pueden ir en cochecitos por los senderos del parque.
Sí, tu guía toma fotos de alta calidad de los animales durante el recorrido y te las entrega al final.
Tu día incluye una caminata guiada para ver fauna con todas las entradas pagadas, uso de telescopios para avistar animales, fotos profesionales tomadas por tu guía durante el tour, además de fruta fresca y bebidas frías en la playa antes de regresar cuando quieras.
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