Nadarás bajo cascadas en la jungla, te atreverás con un tobogán natural, compartirás un almuerzo orgánico en la selva con nuevos amigos y terminarás en una playa tranquila que solo conocen los locales. Con recogida sencilla y guías que crecieron aquí, esta excursión se siente menos como un tour y más como entrar en los recuerdos favoritos de alguien.
Apenas salimos de Manuel Antonio cuando nuestro guía Carlos empezó a contarnos sobre su infancia nadando en estos ríos — sonrió y dijo, “Mi mamá todavía me regaña si llego embarrado a casa.” La van olía a protector solar y tierra mojada. La primera parada fue una cascada que no logro pronunciar (Carlos intentó enseñarme, pero la verdad solo asentí). El aire estaba denso y verde. Primero oyes el agua, no fuerte, sino como un susurro constante que llena la cabeza. Ya había niños de otra familia saltando. Mi hija dudó al principio, pero se lanzó; su risa rebotaba entre las rocas. No esperaba sentirme tan... ligero.
La excursión de un día a las cascadas de Costa Rica no es para caminar kilómetros ni para presumir — la mayoría de los lugares están a pocos pasos de la van. En uno hay un tobogán natural de roca — unos seis metros lisos que terminan en una poza. Algunos nos echamos para atrás (no diré quién), pero Carlos se deslizó como si tuviera diez años otra vez. Repartió bolsas impermeables para los teléfonos y snacks para quien los quisiera. El almuerzo fue en un espacio abierto bajo la sombra de la selva — arroz, pescado a la parrilla, algo picante que no supe identificar. Hasta la opción vegana se pasó para probar. Mientras comíamos, se escuchaban pájaros discutiendo arriba.
Después del almuerzo fuimos a una playa que parecía casi secreta — cuevas en un extremo, palmeras inclinadas sobre la arena como si escucharan en secreto. La brisa olía a sal y dulce, y si mirabas bien, veías cangrejitos corriendo de lado. Es curioso cómo en pocas horas extraños empiezan a compartir historias después de resbalar juntos en las rocas. En la última cascada, nadie se preocupaba por los zapatos mojados o el cabello desordenado; todos flotaban en el agua fresca o se quedaban en silencio bajo el rocío. A veces aún recuerdo esa vista cuando el ruido de casa me abruma.
Visitarás tres cascadas diferentes durante la excursión.
No, cada cascada está muy cerca y requiere poco o nada de caminata.
Sí, cada cascada tiene su poza para nadar o relajarse.
Sí, incluye un almuerzo orgánico de la selva con opciones de pescado, pollo y veganas.
Sí, se incluye transporte con aire acondicionado para tu comodidad.
Este tour es apto para todas las edades y niveles de condición física; también hay asientos para bebés.
No necesitas mucho — se proporcionan bolsas impermeables, equipo de seguridad, snacks y agua embotellada.
Una cascada tiene zonas para saltar y un tobogán natural de unos seis metros.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en vehículo con aire acondicionado, todo el equipo necesario como bolsas impermeables y equipo de seguridad (incluyendo botiquín), agua y snacks durante la aventura, además de un almuerzo orgánico de la selva con opciones para amantes del pescado, pollo o veganos antes de volver cómodamente.
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