Camina por donde marchan los guardias reales en Gyeongbokgung, recorre callejones tranquilos en Bukchon Hanok Village, disfruta un almuerzo picante coreano cerca de las tiendas de arte en Insadong y termina tu día en Seúl contemplando los tejados desde la Torre Namsan. Con un guía local que se encarga del transporte y las historias, no se trata de correr, sino de vivir cada momento que recordarás siempre.
Lo primero que me impactó no fue el palacio ni el skyline, sino el sonido de las botas sobre la piedra en la Puerta Gwanghwamun. Nuestra guía, Minji, sonreía mientras señalaba los detalles en los uniformes de los guardias reales (jamás había notado esos colores). El aire olía ligeramente a pino, ¿sería del cercano Namsan? No podía dejar de mirar las nubes sobre el Palacio Gyeongbokgung, medio atento esperando otro redoble de tambores. Si vas a hacer una excursión de un día en Seúl, este es uno de esos momentos “wow” que no esperas tan pronto.
El barrio Bukchon Hanok fue más tranquilo de lo que imaginaba: solo un par de ancianos charlando junto a una puerta de madera y nosotros intentando no tropezar con las piedras irregulares. Los tejados curvan de esa forma tan típica de las casas coreanas. Minji nos contó sobre la casa de su abuela allí (se rió cuando intenté pronunciar ‘hanok’ bien — la verdad, lo hice fatal). Luego llegó el almuerzo: bulgogi y kimchi que me hicieron cosquillas en los labios. Nada de restaurantes fancy, solo un local pequeño escondido detrás de una tienda de arte en Insadong. Aún recuerdo esa sopa.
Después de comer, paseamos por Insadong — muchas tiendas de papel y pinceles de caligrafía, y un señor haciendo caramelos a mano (me dejó intentar darle forma; fue un desastre). El templo Jogyesa estaba justo en el corazón de la ciudad, con el incienso elevándose mientras los monjes pasaban silenciosos. Ya por la tarde subimos a la Torre Namsan. La vista es impresionante, pero lo que más recuerdo es apoyarme en la fría barandilla de metal y ver parejas colgando candados en la reja. La ciudad parecía infinita desde ahí arriba — un poco mareante, pero también muy tranquilo.
El tour dura aproximadamente 8 horas, incluyendo todas las paradas.
Sí, se incluye un almuerzo tradicional coreano durante el tour.
Sí, las entradas a los sitios incluidos están cubiertas con la reserva.
La recogida y regreso al hotel están incluidos si te alojas en el centro de Seúl.
Si es martes o hay mal tiempo, se visita el Palacio Changdeokgung en su lugar.
El tour es apto para todos los niveles de condición física; los bebés deben ir en el regazo de un adulto.
Sí, se camina bastante, especialmente por Bukchon Hanok Village y los palacios.
Con aviso previo, pueden ofrecer opciones sin gluten, veganas o halal; puede haber cargos extra.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en el centro de Seúl, transporte privado con un guía-conductor de habla inglesa que comparte historias en cada parada, entradas a palacios y atracciones como la Torre Namsan y el Templo Jogyesa, además de un almuerzo tradicional coreano cerca de Insadong antes de regresar por la tarde.
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