Vive la naturaleza salvaje de Jeju: aire fresco en el humedal de Hallasan, brisa marina en los acantilados de lava Jusangjeolli, rocío en las cataratas Cheonjeyeon, incienso y sal en el templo Bomunsa, y dulces de té verde en el Museo O’Sulloc. Incluye recogida, guía y entradas — solo trae ganas de explorar (y quizás una chaqueta extra).
Lo primero que noté al bajarme del minibús cerca de Hallasan no fue el paisaje, sino el aire. Más frío de lo que esperaba, con un aroma a pino fresco y un toque de humedad, como si acabara de llover (pero no fue así). Nuestra guía Minji sonrió al verme temblar y señaló una pequeña rana saltando junto al camino — al parecer, solo se ven a esta altura en Jeju. Me contó algo sobre el humedal a 1100 metros, que es un lugar especial para los locales; la verdad es que a mí me encantó lo tranquilo que estaba. Solo se escuchaba el viento moviendo la hierba, nada más.
Había visto fotos de los acantilados de lava Jusangjeolli, pero estar ahí en persona es otra historia — esas columnas negras parecen demasiado perfectas para ser reales. Minji nos explicó cómo la lava se encontró con el océano hace siglos y formó esas figuras, justo cuando un pescador local pasó saludando con su captura al hombro. Seguimos caminando hasta llegar a las cataratas Cheonjeyeon. El agua cae en una poza verdeazulada que en las fotos parece irreal, pero no lo es. Un poco de rocío en la cara fue un alivio después de tanto sol.
Almorzamos en la montaña Songaksan — nada sofisticado, solo kimbap de un puesto y una lata de té de cebada frío (todavía pienso en ese té). Si miras al horizonte, entre las nubes, se ve Hallasan a lo lejos. Después de comer, fuimos al templo Bomunsa; está justo frente al mar, así que se mezcla el olor a sal con el incienso. Una señora mayor me dio una mandarina “para la suerte” — intenté darle las gracias en coreano y se rió de mi acento.
La última parada fue el Museo del Té O’Sulloc, donde todo olía a hierba dulce. Probamos helado de té verde (mejor de lo que esperaba) y vimos a los niños correr entre las filas de arbustos de té, mientras sus padres los llamaban en suave dialecto de Jeju. De camino de regreso me di cuenta de que casi no había mirado el móvil en todo el día — algo raro en mí, la verdad.
La excursión dura todo el día, con recogida por la mañana y regreso por la tarde.
No, el almuerzo no está incluido; tendrás tiempo libre para comprar comida en la montaña Songaksan.
Sí, todas las entradas a las atracciones mencionadas están incluidas en la reserva.
Sí, se puede participar con bebés y niños pequeños usando cochecito o carrito.
El guía profesional habla inglés durante todo el recorrido.
Se recomienda tener una condición física moderada debido a las caminatas.
Sí, incluye traslado de ida y vuelta desde tu alojamiento o puntos cercanos.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel con traslado de ida y vuelta en vehículo, entradas a todas las atracciones como el sendero del humedal de Hallasan y el Museo del Té O’Sulloc, además de un guía profesional de habla inglesa que te acompañará en cada parada — para que solo te preocupes por disfrutar Jeju (y quizás repetir helado de té verde).
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