Explora a tu ritmo el legendario Lago Guatavita y la Catedral de Sal subterránea, acompañado de un guía local amable y transporte privado. Una mezcla de historia, mito y vida colombiana en un solo día.
Aún quedaba neblina sobre las colinas cuando dejamos atrás Bogotá, que se iba quedando atrás poco a poco. Andrés, nuestro conductor, nos contó leyendas locales mientras atravesábamos valles verdes salpicados de pequeños puestos de frutas a la orilla del camino — no te pierdas el jugo de guanábana si lo ves. A media mañana llegamos al Lago Guatavita. El aire aquí era más fresco y tenía un aroma terroso, casi metálico. Nuestro guía nos explicó cómo este lago en forma de cráter inspiró el mito de El Dorado — parado al borde, casi puedes imaginar las ceremonias antiguas mientras la luz del sol juega sobre el agua.
Después de un refrigerio rápido (me compré una arepa caliente en un vendedor cercano), seguimos rumbo a Zipaquirá. La Catedral de Sal no es una iglesia cualquiera; está tallada en el interior de una mina de sal en funcionamiento. Al bajar por los túneles poco iluminados, se escuchan ecos y se siente el aire salado. La audioguía nos señaló detalles que hubiera pasado por alto, como las columnas en forma de cruz y las pequeñas capillas escondidas en rincones. Los locales aún vienen aquí a rezar, así que no es solo un sitio turístico — se siente vivo.
Terminamos con un paseo por la plaza del centro histórico de Zipaquirá, donde los niños jugaban fútbol y los vendedores ofrecían obleas (esas delgadas galletas rellenas de arequipe). Hay tiempo para quedarse un rato o tomar un café en Café La Principal si quieres — el ritmo es tranquilo y nadie te apura.
El tour suele durar entre 8 y 10 horas, pero no hay prisa — puedes quedarte más tiempo en cada lugar si quieres.
Sí, el almuerzo está incluido en el precio. Puedes avisarnos si tienes alguna preferencia o restricción alimentaria.
Debes poder caminar distancias moderadas y subir algunas escaleras, especialmente dentro de la Catedral de Sal. No se recomienda para personas con ciertas condiciones de salud.
Sí, tenemos sillas especiales para bebés bajo petición — solo avísanos al reservar.
Tu día incluye transporte privado desde Bogotá, guía en inglés, entradas al Lago Guatavita y la Catedral de Sal (con audioguía dentro), además del almuerzo. También ofrecemos sillas para bebés si las necesitas — solo avísanos con anticipación.
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