Comienza tu día saliendo de Medellín hacia verdes colinas, sube los legendarios 740 escalones de El Peñol para disfrutar vistas panorámicas del embalse de Guatapé. Prueba snacks locales en una plaza réplica, navega en barco por aguas azules y piérdete en los colores y plazas vibrantes de Guatapé, todo acompañado por un guía local.
Salimos de Medellín antes de que terminara mi café — recuerdo cómo las luces de la ciudad se iban apagando y, de repente, todo era verde. Nuestro guía, Andrés, iba soltando datos curiosos al pasar (“esa colina antes era un pueblo bajo el agua”) y yo medio escuchaba, medio miraba cómo la niebla se levantaba de los campos. El viaje duró como una hora y media, pero no se sintió largo; tal vez fue la música o esa emoción rara que tienes cuando vas a un lugar nuevo.
La primera parada fue una plaza réplica — una versión mini de lo que fue el antiguo El Peñol antes de inundarlo para la represa. Olía a pan recién hecho y había mujeres vendiendo arepas desde sus ventanas. Andrés nos presentó a una de las dueñas de las tiendas (se llamaba Luz), que me dio un llavero pintado y me dijo algo sobre la suerte. Seguro me quedé con cara de “¿qué?”, pero ella solo sonrió más. Luego vimos La Piedra del Peñol de verdad — esa roca enorme que parece salir de la nada. Conté unos cincuenta escalones y perdí la cuenta; dicen que son 740 en total. Me ardían las piernas, pero llegar arriba fue como entrar a otro mundo. El viento allá arriba es una locura.
Ese paisaje aún me viene a la mente — agua azul rodeando pequeñas islas, barquitos moviéndose despacio como insectos. Después de bajar (mis rodillas protestaron), dimos un paseo en barco por el embalse de Guatapé. El motor hacía ruidos raros y unos niños saludaban desde un muelle flotante; alguien cerca estaba asando chorizo y el aire olía a humo dulce. Es curioso lo tranquilo que se siente el agua comparado con el pueblo.
La última parte fue Guatapé — cada pared pintada con colores que no existen en casa. Hay una calle llamada Calle de los Recuerdos donde la gente se para solo a mirar las puertas. Andrés nos señaló los grabados en cada zócalo (intentó explicarnos qué significaban, pero casi todo lo olvidé). Paseamos por la Plaza de los Zócalos, probamos un dulce que ni pude pronunciar y vimos a unos viejos jugando dominó en el parque mientras se juntaban nubes de lluvia. Ni me molestó que nos cayera una llovizna al final — todo olía a tierra mojada y pintura fresca.
Se tarda aproximadamente una hora y media en auto o vehículo de tour desde Medellín hasta Guatapé.
Son 740 escalones para llegar a la cima de La Piedra del Peñol.
Sí, el desayuno está incluido como parte del tour.
La subida es apta para todos, pero son 740 escalones; puedes tomar descansos si lo necesitas.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en la reserva.
Sí, puedes pedir opciones vegetarianas al reservar el tour.
Visitarás una plaza réplica del antiguo pueblo, navegarás en barco por el embalse de Guatapé y recorrerás el colorido pueblo con su plaza principal y malecón.
Sí, los bebés pueden ir; los niños pequeños pueden usar cochecito o ir en el regazo de un adulto durante el transporte.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Medellín, desayuno para empezar bien, entrada para subir los 740 escalones de La Piedra del Peñol si te animas, paseo guiado en barco por el embalse de Guatapé, tiempo para explorar el vibrante pueblo con paradas en sus plazas principales, y almuerzo antes de volver en un vehículo con aire acondicionado.
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