Escápate a la isla más cercana a Cartagena para un día de música relajada, brisa marina y buena comida en La Punta Beach Club. Descansa en camas frente al mar con almuerzo incluido, nada o haz kayak si te apetece, y termina el día junto a una fogata mientras el atardecer pinta el cielo. Aquí no hay planes, solo dejarse llevar.
Confieso que antes de salir de Cartagena me sentía un poco inquieto — el calor de la ciudad pegado a la piel, ya sabes. El viaje en bote hasta La Punta Beach Club duró unos 20 minutos, pero fue como presionar un botón de reinicio. Bajamos en un muelle pequeño y el aire olía a sal, con un ritmo relajado de reggae que venía de algún lugar entre la arena. Nuestro guía, Andrés, sonrió y nos ofreció una bebida fría (aún no recuerdo qué llevaba, algo cítrico). Nos dijo que podíamos escoger cualquier cama en la playa; yo elegí una lo suficientemente cerca para escuchar el vaivén del agua contra la orilla.
El ambiente es muy relajado — gente echada bajo sombrillas, un partido de voleibol cerca de la piscina, y los DJs que parecían divertirse tanto como cualquiera. Al mediodía fui a almorzar (los tacos de camarón eran un desastre, pero deliciosos — con ajo y limón por todos lados). Alguien a mi lado pidió croquetas de cangrejo y trató de enseñarme a decir “alioli” con acento español. No lo logré. Aquí se ríe mucho, no solo los visitantes sino también el personal. En un momento percibí el aroma de pescado a la parrilla mezclado con protector solar y aceite de coco — raro, pero reconfortante.
Más tarde, después de flotar un rato en la piscina (el sol pega fuerte), vi a unos probar el kayak por primera vez. Un chico llamado Juan ofrecía masajes bajo unas cabañas de palma — la verdad tentador después de tanto sol, pero yo solo me recosté y me permití no hacer nada por un rato. La música cambiaba con cada DJ; a veces house tranquilo, otras salsa clásica que hasta a mí me daban ganas de bailar (aunque no lo hice). Y cuando llegó el atardecer, encendieron una fogata justo en la arena. Todo se calmó un momento — solo el sonido de las olas y la madera crepitando — antes de que todos volvieran a reunirse.
No esperaba desconectarme tan rápido de Cartagena ni quedarme hasta que oscureciera. Andrés dijo que podíamos tomar un bote tarde o incluso pasar la noche si queríamos; casi me animo. A veces encuentras lugares que no te presionan a hacer nada o a hacerlo todo — La Punta fue así. Y todavía sueño con esos tacos.
Los botes salen cada hora desde el muelle Bodeguita (puerta 1) entre las 9:30 am y 1:30 pm.
Sí, el almuerzo está incluido y ofrece opciones desde mariscos hasta hamburguesas y postres.
Al llegar te reciben con una bebida de bienvenida; otras bebidas se pueden comprar en el bar.
Tienes acceso a camas de playa, piscina, duchas, bar-restaurante, cancha de voleibol y toallas.
Puedes regresar en el bote nocturno a las 10:00 pm o consultar con el personal sobre hospedaje en su hotel.
El menú incluye varias opciones como pizza; pregunta al personal por necesidades específicas.
Al llegar a la isla se cobra un impuesto turístico de 14,000 COP (puede cambiar).
No, el kayak y los masajes tienen un costo adicional si quieres usarlos.
Sí, es ideal para todas las edades y niveles de actividad; se permiten cochecitos para bebés y animales de servicio.
Tu día incluye transporte en bote ida y vuelta desde el muelle Bodeguita en Cartagena (puerta 1), acceso a todas las instalaciones del club como camas con toallas, uso de piscina, duchas, cancha de voleibol si te animas, además de un almuerzo fresco con postre y una bebida de bienvenida al llegar, para que regreses cuando prefieras por la tarde.
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