Recorrerás las calles vibrantes de Hong Kong con un local que adapta cada parada a tus intereses: antigüedades en Cat Street, momentos con incienso en el Templo Man Mo o rincones creativos en PMQ. Prepárate para charlas auténticas, snacks desconocidos y esos detalles urbanos que se quedan contigo mucho después de irte.
“¿Has probado alguna vez el pan de piña para desayunar?” Así empezó nuestro día Li en Hong Kong. Apenas terminé mi café cuando me ofreció ese bollo tibio y dulce de una panadería que olía a mantequilla y azúcar fundiéndose. Nos perdimos por las calles secundarias de Central; ella señalaba viejos letreros de neón y pequeños altares escondidos entre rascacielos de cristal. El aire estaba denso y húmedo, pero la ciudad parecía estar despierta y llena de vida. No esperaba reír tanto con el slang cantonés ni recibir tantas miradas por mi torpeza con el paraguas (sí, llovió fuerte).
Li me había contactado unos días antes para saber qué quería ver: ¿antigüedades? ¿comida? ¿arte? Armó toda la ruta según mis gustos. Entramos al Templo Man Mo justo cuando alguien encendía una gran espiral de incienso; el humo se enroscaba y se me quedó en el pelo por horas. Dentro reinaba el silencio, solo se escuchaban oraciones susurradas y el suave repicar de una campana. Afuera, Cat Street era un estallido de colores: amuletos de jade, carteles de películas antiguas, puestos con cosas que ni sabía cómo llamar. Un vendedor intentó enseñarme a decir “tienda de curiosidades” en cantonés; Li se rió cuando intenté repetirlo (lo arruiné por completo).
Terminamos en PMQ, que antes era vivienda policial y ahora está lleno de estudios de diseño y tiendas independientes. Había una galería con cerámicas pintadas a mano; casi me llevo una taza solo porque se sentía bien en la mano. Más tarde caminamos por el paseo de Tsim Sha Tsui; el skyline se veía irreal con la neblina de la tarde. A veces aún recuerdo esa vista cuando escucho el tráfico desde mi ventana en casa.
Es un tour privado a pie, diseñado solo para ti y tu grupo.
No incluye recogida en hotel; te encontrarás con tu guía en un punto acordado.
Después de reservar, completarás un breve cuestionario para que tu guía prepare el recorrido según tus gustos.
No incluye entradas ni comidas; las paradas para comer son por cuenta propia según tus preferencias.
Sí, es accesible para sillas de ruedas y apto para todos los niveles; se permiten cochecitos y animales de servicio.
La duración es flexible y la eliges tú al reservar.
Podrías usar transporte público o taxis entre sitios; los costos se acuerdan directamente con tu guía.
Visitarás el Templo Man Mo, el mercado de antigüedades de Cat Street, el centro creativo PMQ y pasearás por el paseo de Tsim Sha Tsui.
Tu día incluye comunicación directa con tu guía local antes de llegar para planear la ruta, horarios y duraciones flexibles que se adapten a ti, y una experiencia privada a pie por los barrios de Hong Kong con muchos consejos de insider durante el recorrido.
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