Pedalea en bicicletas Phoenix clásicas por las calles serpenteantes del casco antiguo y los modernos distritos de Guangzhou con un guía local que conoce todos los atajos. Haz una pausa para snacks junto al río, prueba el jianzi en el Parque del Pueblo y disfruta la vista de la Torre de Cantón iluminada sobre el río Perla al caer la tarde—una experiencia para sentir el pulso real de la ciudad.
Confieso que al principio me daba un poco de miedo pedalear entre el tráfico de Guangzhou, pero en cuanto vi esas bicicletas Phoenix antiguas alineadas —cada una con sus marcas y un asiento nuevo brillante— sentí una mezcla de nostalgia y curiosidad. Nuestro guía, Li, sonrió al darme un casco (lo acepté sin pena) y me explicó que evitaríamos las calles más concurridas. La ciudad se siente diferente desde una bici; captas detalles que pasan desapercibidos, como el aroma de bollos al vapor que sale de un callejón o cómo la gente en el Parque del Pueblo se detiene a mirarte pasar. En un momento cruzamos con un grupo jugando jianzi (una especie de hackysack con plumas) y Li se rió cuando intenté decirlo en mandarín. Seguro lo dije fatal.
La ruta nos llevó por tantos contrastes. Un instante estábamos pasando por pequeñas tiendas donde abuelas vendían fruta e incienso cerca de templos familiares; al siguiente, deslizándonos bajo torres de cristal que me hacían sentir diminuto. Paramos en la Ópera —sus curvas se veían aún más extrañas de cerca— y luego seguimos por la orilla del río Perla justo cuando la luz empezaba a cambiar. El aire junto al agua era más fresco, casi dulce. Recuerdo que me detuve un momento a ver cómo los barcos pasaban frente a la silueta en espiral de la Torre de Cantón. No era silencio total —siempre hay música o risas lejanas— pero tenía una calma especial.
Los snacks aparecieron cerca de la isla Ersha (perdí la noción del tiempo), cosas sencillas y agua embotellada, pero después de pedalear un rato supieron a banquete. No había prisa —Li siempre preguntaba si todos iban bien con el ritmo. Terminamos cerca de Zhujiang New Town, rodeados de rascacielos iluminados. Las piernas cansadas, pero la mente más ligera que al empezar. Qué curioso cómo ver una ciudad despacio cambia todo lo que creías saber de ella.
La ruta guiada dura alrededor de 4 horas.
Usarás bicicletas clásicas Phoenix con asientos y frenos mejorados para mayor comodidad y seguridad.
Sí, el terreno es mayormente plano, el ritmo es lento y es ideal para todos los niveles de forma física.
Sí, hay cascos disponibles; solo avisa al reservar si quieres uno.
Durante el paseo te ofrecen snacks ligeros y agua embotellada.
Sí, se pueden conseguir bicicletas para niños y un tándem si lo necesitas.
Verás el Parque del Pueblo, la calle Beijing, la isla Ersha, el Salón de Conciertos Xinghai, la Ópera, el río Perla y la Torre de Cantón, entre otros.
No, el punto de encuentro es en el centro de Guangzhou.
Tu día incluye el uso de una bicicleta clásica Phoenix (con asiento cómodo), casco si lo deseas, un guía local amable que lleva grupos pequeños a ritmo tranquilo evitando el tráfico, snacks ligeros para recargar energías y agua embotellada, terminando entre los modernos rascacielos de Guangzhou al atardecer.
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