Sobrevuela la costa de Maitencillo en un vuelo tándem con un guía local experto. Te equiparás, recibirás instrucciones sencillas y disfrutarás unos 15 minutos de vuelo con vistas al océano y aire fresco, una experiencia que recordarás mucho tiempo después de volver a tierra firme.
«Solo inclínate hacia adelante, confía en mí», me dijo Diego sonriendo mientras ajustaba las correas del arnés. Sentía el olor a mar y a bloqueador solar, y la verdad, mis manos temblaban un poco. La playa de Maitencillo se extendía bajo nosotros, salpicada de sombrillas y niños persiguiendo cometas. El viento era fresco en mi cara, no muy fuerte pero justo para que la vela se moviera mientras esperábamos el momento perfecto. No dejaba de mirar a Diego; parecía tan tranquilo, contándome que lleva volando aquí desde adolescente. Yo intentaba parecer relajado, pero seguro que parecía que había visto un fantasma.
Cuando finalmente dimos esos pasos desde el acantilado —más un arrastre que un salto— se hizo un silencio raro, como si el mundo se detuviera un instante. Y de repente estábamos flotando, de verdad flotando, sobre Maitencillo. Se ve todo: surfistas remando, barquitos de pesca cerca de las rocas, hasta pelícanos planeando muy abajo (algo increíble). Diego señalaba lugares en español e inglés; yo asentía, entendiendo la mitad porque mi mente estaba ocupada en procesar que en serio estaba volando. El arnés apretaba un poco las piernas, pero sin incomodar —solo para recordarme que esto era real.
No esperaba que se sintiera tan tranquilo allá arriba. El viento en los oídos, pero también un silencio que te dan ganas de reír o llorar (yo no hice ni uno ni otro, solo sonreí como un tonto). El vuelo duró unos 15 minutos, aunque se sintió a la vez más largo y más corto. Cuando aterrizamos en la arena, mis rodillas temblaban y Diego me chocó la mano como si acabáramos de correr un maratón. Me contó que si el clima no acompaña, reprograman el vuelo —la seguridad es lo primero—, y eso tenía sentido después de sentir lo importante que es el viento allá arriba.
El vuelo tándem dura aproximadamente 15 minutos.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para silla de ruedas en esta actividad.
Los bebés y niños pequeños pueden estar en cochecito en el lugar, pero deben consultar con los organizadores si pueden volar.
Si las condiciones no son seguras, el vuelo se reprograma para otra fecha.
Sí, hay opciones de transporte público cerca.
Los animales de servicio están permitidos en el lugar.
No, no se requiere experiencia; volarás con un instructor que se encarga de todo lo técnico.
Esta actividad no se recomienda para personas con lesiones en la columna, embarazadas o con problemas cardiovasculares.
Tu experiencia incluye un vuelo tándem en parapente sobre Maitencillo con un instructor que se encarga de todo el equipo y las instrucciones de seguridad antes del despegue; los vuelos se programan según el clima para garantizar tu seguridad durante toda la aventura.
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