Recorre Vancouver en un tranvía vintage por barrios como Gastown y Yaletown, con tiempo para explorar Stanley Park o probar algo en Granville Island Market. Baja cuando quieras, el ticket cubre todas las paradas por 24 o 48 horas y trae un mapa para que nunca te pierdas. La forma más sencilla de conectar con el ritmo diario de la ciudad.
“¿Has visto árboles tan grandes alguna vez?” preguntó el conductor mientras entrábamos en Stanley Park. Yo solo negué con la cabeza — la verdad, nunca. Las ventanas del tranvía estaban abiertas y se sentía ese aroma a lluvia y cedro que parece envolver a Vancouver. Subimos en Canada Place (fácil de encontrar, justo al lado del agua) y en cinco minutos ya estaba pensando dónde bajarme primero. Hay algo especial en ver la ciudad desde un asiento un poco más alto — puedes ver las caras de la gente en los cruces, escuchar fragmentos de conversaciones en inglés y cantonés, e incluso pillé a un par riendo mientras tomaban café en Robson Street.
Me gustaba tener el mapa en la mano, pero sobre todo seguía mi instinto — literalmente, cuando llegamos a Granville Island. El aire estaba lleno de olores a pan recién horneado y alguien tocaba jazz cerca de la entrada del mercado. Nuestra guía señaló Library Square (“ahí es donde los locales buscan tranquilidad”, dijo), pero me distraje con un artista callejero dibujando la antigua oficina de correos. En Gastown, me bajé para ver el reloj de vapor — justo cuando tomaba la foto, soltó un silbido extraño que me hizo saltar (un hombre cerca sonrió como si ya lo hubiera visto antes). No esperaba quedarme tanto tiempo, pero terminé charlando con la dueña de una tienda sobre camisetas de hockey. Me dijo qué bus tomar si perdía el tranvía — “pero no te preocupes,” guiñó un ojo, “vuelven pronto.”
De vuelta a bordo, pasamos rápido por English Bay y entramos otra vez en Stanley Park. El sol apareció por unos diez minutos — justo lo suficiente para iluminar esas montañas de North Shore a lo lejos. Un niño estaba pegado a la ventana contando bicicletas por el malecón; su papá señalaba garzas anidando arriba. Era fácil quedarse sentado viendo cómo Vancouver pasaba, sabiendo que podías bajarte donde te llamara la atención. Aún recuerdo esa vista a través de gotas de lluvia en el cristal, cómo todo se sentía a la vez familiar y nuevo.
El tour cuenta con 19 paradas que cubren el centro de Vancouver, Stanley Park, Gastown, Granville Island y más.
Sí, puedes subir o bajar en cualquiera de las paradas oficiales a lo largo de la ruta.
Puedes elegir entre opciones de 24 o 48 horas al reservar.
Sí, hay narración completa disponible en varios idiomas, incluido el inglés.
No, el ticket solo cubre viajes ilimitados entre paradas, no entradas a atracciones.
No, no incluye recogida en hoteles; debes unirte en alguna parada designada como Canada Place.
Sí, los animales de servicio están permitidos en los tranvías.
Sí, las familias son bienvenidas; los bebés deben ir en el regazo de un adulto durante el viaje.
Tu día incluye viajes ilimitados en el tranvía hop on hop off de Vancouver por uno o dos días (según el ticket que elijas), más un folleto con mapas y horarios para que explores a tu ritmo barrios como Stanley Park, Gastown y Granville Island.
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