Deja atrás Quebec para una aventura invernal real en el Parque Nacional Jacques-Cartier: aprende a caminar con raquetas (¡torpe al principio!), descubre huellas de animales con un guía local, caliéntate con un almuerzo en un tipi calentado y ríe con nuevos amigos. Una experiencia que recordarás mucho después de que se sequen tus botas.
No esperaba sentirme tan despierto a las 9 de la mañana, pero hay algo en salir de Quebec y ver cómo la ciudad se convierte en bosques nevados que te despeja por completo. Nuestra guía, Marie, nos recibió en la minivan, y tenía esa habilidad de hacer reír a todos antes de salir del estacionamiento. No podía dejar de mirar por la ventana mientras nos acercábamos al Parque Nacional Jacques-Cartier; la nieve parecía casi azul con la luz de la mañana, algo que solo notas cuando no tienes prisa.
Los primeros pasos con las raquetas fueron torpes (confieso que hice un pequeño baile de pingüino), pero Marie sonrió y dijo que todos empiezan así. El aire estaba frío y puro, no de manera desagradable, sino como si te despertara toda la cara. Parábamos seguido, a veces para recuperar el aliento y otras porque Marie señalaba huellas de animales o contaba historias de cómo la gente sobrevivía los inviernos antes de que existiera la calefacción central. En un momento juraría que escuché a un pájaro carpintero picoteando en algún árbol, aunque nadie más pareció notarlo. Quizá fue mi imaginación.
El almuerzo fue dentro de un gran tipi calentado que olía a leña y sopa. Había algo muy reconfortante en sentarnos juntos, quitarnos los guantes y abrazar las tazas de chocolate caliente mientras el vapor se elevaba hacia el techo de lona. Alguien intentó decir “merci” con la boca llena de pan y todos nos reímos — es curioso cómo los extraños se vuelven amigos cuando están juntos recuperando el calor. La caminata de regreso se sintió más fácil, tal vez porque ya estábamos calientes o simplemente porque sabíamos que nos esperaba otra bebida caliente.
Sigo recordando ese momento de silencio donde solo se oía el crujir de nuestras botas en la nieve — sin autos, sin teléfonos, solo árboles blancos y nuestro aliento en el aire. Si buscas una escapada desde Quebec que realmente se sienta como invierno (pero en el mejor sentido), esta ruta con raquetas es perfecta.
Está a unos 30 minutos en minivan desde el centro de Quebec hasta el parque.
Sí, el almuerzo está incluido y se sirve dentro de un tipi calentado durante la excursión.
No, todo el equipo necesario se proporciona como parte del tour.
Sí, el transporte ida y vuelta desde Quebec está incluido en la reserva.
Sí, hay opción de alquiler de ropa de invierno para quienes la necesiten.
El tour sale de Quebec a las 9am y regresa alrededor de las 4:15pm.
Sí, hay opciones vegetarianas si las solicitas después de reservar.
Los niños pueden participar, pero deben ir acompañados por un adulto; hay asientos especiales para bebés.
Tu día incluye recogida en Quebec en minivan, todos los impuestos y entradas, guía local profesional durante la caminata, uso del equipo de raquetas (con opción de alquiler de ropa de invierno), pausa para bebida caliente y almuerzo dentro de un tipi calentado (opción vegetariana disponible), y transporte de regreso al hotel por la tarde.
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