Aprenderás técnicas reales de lanzamiento de hachas con entrenadores locales en Victoria, sin necesidad de experiencia. Ideal para grupos o visitas solo, llueva o haga sol. Risas, competencia sana y una historia nueva para contar.
Sinceramente, no pensé que me engancharía con el lanzamiento de hachas, pero aquí estamos. El lugar queda a un corto paseo en coche desde el centro de Victoria, tan cerca que aún puedes oler el aire del mar si bajas un poco la ventana antes de entrar. Cuando llegamos, nuestro anfitrión ya nos esperaba en recepción, charlando con una pareja que venía directo del brunch en Jam Café (los escuché comparar pancakes con hachas, solo en Victoria). El registro fue rápido, apenas cinco minutos; tienen todo muy organizado con los permisos y las normas de seguridad.
La sesión empezó justo a la hora. Nuestra entrenadora, Sarah, que ha competido en torneos, nos explicó lo básico: cómo sujetar el hacha (sin apretar demasiado), dónde pararse y qué no hacer si quieres conservar los dedos intactos. Tenía una forma de hacer reír a todos mientras mantenía la seguridad. El primer lanzamiento fue raro pero muy satisfactorio, aunque fallé por mucho y el hacha hizo un golpe que retumbó en toda la sala. Hay algo en el olor a madera y metal que encaja perfecto en una tarde lluviosa de la Costa Oeste.
Después de unas rondas de práctica (y algunas bromas entre amigos), Sarah nos enseñó tiros especiales, como lanzamientos por debajo del brazo, y organizó juegos en equipo. Resulta que la competencia sube rápido, pero nadie se lo toma demasiado en serio. Se escuchan vítores y quejas en cada carril. Al final de la hora, hasta mi primo, que nunca había agarrado un hacha, estaba acertando en el centro. Si vienes con niños o adolescentes, recuerda que menores de 19 deben ir acompañados por un adulto.
¡Claro! Nuestros entrenadores te explican las reglas de seguridad y la técnica correcta antes de empezar. Nos aseguramos de que todos se sientan cómodos antes de lanzar cualquier hacha.
Niños de 10 años en adelante son bienvenidos siempre que estén acompañados por un adulto. Es una actividad genial para la familia, solo asegúrate de que todos lleven zapatos cerrados.
Recomendamos reservar o llamarnos antes, ya que las sesiones se llenan rápido, sobre todo fines de semana o días lluviosos.
Lo mejor es ropa cómoda y zapatos cerrados, como zapatillas o botas. Por seguridad no se permiten sandalias ni chanclas.
Tu sesión incluye todos los hachas y blancos, entrenamiento con expertos locales, además de impuestos y tasas. El espacio es accesible para sillas de ruedas y apto para familias; solo tienes que venir con ganas de probar algo nuevo.
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