Baja por el Río Athabasca en Jasper con guías locales que conocen cada curva y cada historia. Prepárate para salpicaduras en rápidos Clase II, amplias vistas del valle entre risas y una recogida sencilla antes de la aventura. Esa mezcla de calma y emoción te acompañará mucho después de secarte.
Casi no tuve tiempo de preguntarme si me arrepentiría de llevar mis viejas zapatillas antes de subirnos a la balsa justo a las afueras de Jasper. Nuestro guía, Jamie — que de alguna manera recordó el nombre de todos en los primeros cinco minutos — nos entregó los remos y soltó un chiste sobre los “cinturones de seguridad canadienses” (agarrarse fuerte). Al principio, el Río Athabasca parecía tranquilo, pero tras unos minutos de suave navegación, la corriente empezó a acelerarse. Había un olor a agujas de pino y piedra húmeda que parecía quedarse pegado a todo, incluso a las mangas de mi camiseta.
Los primeros rápidos llegaron antes de lo que esperaba. No eran salvajes, más bien un golpe frío que despertó a todos. Jamie gritó algo como “¡Clase II significa diversión, no miedo!” y la verdad, tenía razón. Mi sobrino chillaba cada vez que el agua salpicaba por un lado, y hasta mi padre sonreía como un niño cuando giramos de lado por un momento. Intenté sacar una foto, pero casi se me cae el móvil (no lo recomiendo). Entre los rápidos había tramos tranquilos donde se veía todo el Valle Athabasca abrirse: el sol reflejándose en el agua, cuervos volando en círculos y trozos de madera flotando junto a nosotros. Es curioso cómo en esos momentos olvidas todo lo demás.
No sabía mucho de la historia del lugar hasta que Jamie nos contó que los comerciantes de pieles remaban río arriba por estas mismas aguas — lo que suena agotador comparado con lo que estábamos haciendo. También nos habló de David Thompson y cómo cartografió la zona; solo capté la mitad porque mi hermana no paraba de reírse por lo mojados que estaban sus vaqueros. Toda la aventura duró alrededor de una hora en el agua, pero se sintió más larga, para bien. La recogida en el parking de autocaravanas fue muy fácil (casi perdemos nuestro turno porque alguien olvidó su bañador debajo de la ropa… no diré quién). Aún recuerdo ese frío rocío en la cara y el silencio que quedaba después de cada rápido, aunque solo fuera por un par de segundos.
El recorrido completo dura unas dos horas, con aproximadamente una hora navegando por el río.
Los rápidos son de Clase II, ideales para principiantes y familias.
No se menciona recogida en hotel; la principal es en el parking de autocaravanas de Jasper, salvo que se acuerde otro lugar.
Lleva el bañador debajo de la ropa y vístete según el clima; unas zapatillas viejas funcionan bien.
El tour es apto para mayores de 5 años; los niños deben ir acompañados por un adulto.
Sí, el rafting se hace con lluvia o sol; vístete adecuadamente ya que no se cancelan por el clima.
Si el grupo supera las 8 personas, contacta con el operador antes de reservar para coordinar.
Tu día incluye todos los impuestos y tasas más GST, un guía local que lidera tu grupo por el Río Athabasca desde Jasper con recogida programada (normalmente en el parking de autocaravanas), remos para todos y una hora navegando entre tramos tranquilos y rápidos Clase II antes de volver al pueblo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?