Pedalea por caminos tranquilos desde Phnom Penh hasta la Isla de Seda en ferry, pasando por granjas y huertos con un guía local que conoce todos los atajos. Observa de cerca el tejido tradicional de seda, disfruta de snacks típicos y comparte historias con los habitantes antes de regresar—una experiencia auténtica que no olvidarás.
Casi me paso la entrada a la tienda de bicicletas Siem Reaper—hay un callejón pequeño que no parece nada, pero de repente estás dentro con un grupo de gente medio dormida eligiendo cascos. Nuestro guía, Dara, sonrió al ver mi torpe intento de ajustar el asiento (lo arregló en dos segundos). Salimos justo cuando Phnom Penh empezaba a despertar—los vendedores de escobas gritaban, y el aroma de cerdo a la parrilla venía de algún carrito cercano. No esperaba que el ruido de la ciudad desapareciera tan rápido al pedalear hacia el río.
El trayecto en ferry a la Isla de Seda (que los locales llaman Koh Dach) es corto pero extrañamente relajante. Vas de pie con la bici entre cestas de verduras y gente que va al mercado. El Mekong brillaba casi plateado con la luz de la mañana. Al llegar, todo se volvió más lento—unos niños nos saludaban desde detrás de los plataneros. El camino estaba polvoriento y suave bajo mis ruedas; no podía dejar de parpadear ante tanto verde comparado con la ciudad.
Dara nos llevó por pequeñas aldeas agrícolas donde gallinas cruzaban corriendo y ancianos nos miraban entre sorbos de té. Paramos en una casa de tejido de seda—una construcción sencilla sobre pilotes con telares sonando bajo el techo. Las mujeres tejedoras nos dejaron tocar los hilos ásperos antes de que se convirtieran en esa seda tan suave (aún no entiendo cómo tienen tanta paciencia). Dara explicó que esta tradición se ha pasado de generación en generación—Li se rió cuando intenté decir “seda” en jemer; la verdad, lo hice fatal.
Probamos un dulce envuelto en hoja de plátano—no logré aprender su nombre—y bebimos agua fría mientras Dara contaba historias de su infancia cerca de aquí. De regreso, las piernas me dolían pero de forma agradable. La ciudad se sentía distinta después de tanto verde y silencio. Cada vez que escucho tráfico, me vienen a la mente esos telares y el paseo en ferry.
El tour se reúne a las 7:20 am en la tienda Siem Reaper y parte a las 7:30 am en punto.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en la reserva.
El tour regresa alrededor de las 12:30 pm, es una salida de medio día.
Incluye agua embotellada y snacks durante el recorrido.
Sí, un guía local que habla inglés acompaña todo el grupo.
Se dispone de asientos especiales para bebés y niños pequeños.
Se pueden elegir bicicletas eléctricas como opción.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Tu mañana incluye recogida y regreso al hotel, agua embotellada y snacks, todos los cruces en ferry, uso de bicicleta Trek de montaña con casco, y la guía de un experto local en inglés, regresando a Phnom Penh para el almuerzo.
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