Recorre la costa de Sal Island en un buggy 1000cc con guía local, sintiendo la arena y la brisa marina mientras cruzas dunas y paisajes volcánicos. Conoce a los caboverdianos en el colorido pueblo de Palmeira, observa tiburones limón cerca de tus pies en Shark Bay y sorpréndete con el espejismo de Terra Boa bajo el sol. Terminarás con arena en la piel, sonrisa en el rostro y quizá un poco cambiado.
Levamos polvo desde que salimos de Santa Maria — motores rugiendo, cascos un poco grandes para mi cabeza. Nuestro guía Nuno nos animaba con una sonrisa de quien ha hecho esto mil veces (y seguro que sí). El buggy se sentía salvaje pero seguro, y ya podía saborear la sal en el aire antes de llegar a la bahía de Murdeira. Nuno dijo que había tortugas anidando cerca, pero yo solo veía una montaña que parecía un león dormido. Si entrecerrabas los ojos, realmente parecía uno. Me sorprendía lo silencioso que estaba todo cuando parábamos — solo el viento y nuestras risas rebotando en las rocas.
El tramo hasta Fontona fue más duro de lo que esperaba — arena volando, el sol calentando mi nuca. Mis manos se llenaron de polvo del volante y no me importó. Pasamos por niños saludando cerca de Palmeira, ese pueblo pesquero con casas pintadas de todos los colores que puedas imaginar (una era rosa fuerte con contraventanas verdes). Nuno habló un rato en criollo con un hombre mayor en el puerto; entendí pocas palabras, pero me sentí bienvenido igual. Entre la piscina natural de Regona y el “espejismo” de Terra Boa (que realmente engaña la vista), me di cuenta de lo lejos que estábamos de todo lo conocido.
Intenté pronunciar bien “Serra Negra” y Li se rió — seguro que lo dije fatal. Pero parado allí, mirando esas rocas volcánicas negras y la playa salvaje abajo, parecía que estábamos en otro planeta. La luz cambiaba constantemente con las nubes moviéndose rápido sobre nosotros. De regreso paramos en Shark Bay; solo agua poco profunda y esos tiburones limón deslizándose entre nuestros pies. A veces sigo pensando en esa vista desde Serra Negra — no sé por qué me quedó tan grabada.
La aventura en buggy dura aproximadamente 4 horas de principio a fin.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en la reserva.
Sí, debes llevar una licencia de conducir válida y original para conducir.
No se recomienda para niños menores de 6 años.
Puedes elegir entre buggies automáticos de 500cc o 1000cc para la aventura.
Sí, se entregan cascos, trajes, cinturones y gafas para tu seguridad.
La parada es en la piscina natural de Regona, cerca de Buracona, por limitaciones del sitio.
El agua embotellada está incluida en el paquete del tour.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en cualquier punto de Sal Island, agua embotellada para mantenerte hidratado bajo el sol fuerte, además de todo el equipo de seguridad: traje, casco, cinturón y gafas, para que solo te preocupes por conducir (o sujetarte). Un guía local te acompaña en todo momento y te devuelve al hotel con arena en la piel y una gran sonrisa.
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