Viaja de Maragogi a São Miguel dos Milagres con un guía local, cruzando ríos y palmerales antes de relajarte en playas tranquilas. Navega en silencio por el río Tatuamunha para ver manatíes en su santuario y vuelve con nuevas historias y quizás algo de arena pegada en los pies — recuerdos que duran mucho después de volver a casa.
No esperaba que el camino de Maragogi a São Miguel dos Milagres fuera tan… vacío. No solitario, sino con ese silencio suave que no encuentras en las ciudades. Nuestro conductor (creo que se llamaba Paulo) señalaba las interminables palmeras de coco — la verdad, parecían fuegos artificiales verdes congelados bajo el sol. Cruzamos el río Manguaba en ferry, y recuerdo el agua casi como un espejo, salvo por un par de niños chapoteando cerca de la orilla. El aire olía a sal, pero también a dulce, quizás por esos pequeños puestos de frutas que íbamos pasando.
Al llegar a São Miguel dos Milagres aún era temprano y la arena estaba fresca bajo mis pies. Hay una energía relajada en el lugar — gente local charlando bajo techos de palma, alguien vendiendo queso a la parrilla en un palo (lo probé; no estaba mal). Nuestro guía nos contó que esta parte de Alagoas se llama la “ruta ecológica”, y tiene sentido. Es naturaleza pura y pequeños pueblos conectados por caminos de arena. Si buscas Wi-Fi o tiendas modernas, este no es tu sitio.
Lo que más me marcó fue navegar en jangada por el río Tatuamunha. El hombre que guiaba (¿João? Soy pésimo con los nombres) nos habló del Peixe Boi — los manatíes — y cómo su santuario limita visitantes para que no se estresen. El río estaba en calma, solo se oían pájaros y las historias de João sobre su infancia cerca de ahí. Vimos un manatí asomando su nariz; todos susurramos como si estuviéramos en misa o algo así. Aún recuerdo ese momento — solo respiración lenta y la luz del sol filtrándose entre los manglares.
Regresamos ya entrada la tarde, con arena entre los dedos y el pelo lleno de sal. Dormí casi todo el camino, pero desperté al llegar de nuevo a Maragogi. Hay algo en ver un lugar con ojos locales que se queda contigo más que cualquier foto.
Sí, incluye recogida y regreso a hoteles, posadas o hostales en Maragogi al reservar.
Sí, hay una visita opcional a la asociación de manatíes en el río Tatuamunha donde es posible verlos.
Sí, el transporte es accesible para sillas de ruedas; avisa al hacer la reserva.
El tour comienza por la mañana y regresa a última hora de la tarde.
No incluye almuerzo; puedes comprar comida en los locales a lo largo de la playa.
Un guía turístico local acreditado te acompaña durante toda la excursión.
Tu experiencia incluye transporte con aire acondicionado y recogida en hotel en Maragogi, guía local acreditado durante todo el recorrido por São Miguel dos Milagres y la ruta ecológica, además de una visita opcional al santuario de manatíes en el río antes de regresar por la tarde.
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