Sentirás cómo se acelera tu corazón al despegar sobre la costa salvaje de Río en un vuelo privado en helicóptero. Verás de cerca al Cristo Redentor, sobrevolarás el Pan de Azúcar y Copacabana, y descubrirás calas escondidas que solo conocen los locales. La ciudad vista desde arriba se siente diferente, casi mágica.
Para ser sincero, casi me echo para atrás en el helipuerto. El viento del rotor me despeinaba por todos lados y por un momento dudé si el agua filtrada y el café serían suficientes para calmar mis nervios. Pero nuestro piloto, Rafael, solo sonrió y me dijo que tuviera el móvil listo para cuando pasáramos por la playa de Copacabana. Llevaba cientos de vuelos así, decía, y hasta los locales se quedan sin aliento al ver al Cristo Redentor desde arriba. Le creí, aunque mis manos ya temblaban un poco.
El despegue fue sorprendentemente suave, nada que ver con lo que esperaba. De repente, Río de Janeiro se desplegaba como un enorme patchwork: colinas verdes, destellos azules de la laguna Rodrigo de Freitas, esas largas franjas de arena en las playas de Leblon e Ipanema. No parecía real hasta que giramos hacia el Pan de Azúcar y la ciudad brillaba como un espejismo bajo el calor. Rafael no paraba de comentar, mitad en inglés, mitad en portugués, señalando cada playa (confundí Barra da Tijuca con São Conrado dos veces y se rió). Hay algo especial en ver la Playa Vermelha escondida cerca de Urca que dan ganas de aterrizar y quedarse con los pies en el agua.
La verdad, se pasó volando. El viento nos sacudía mientras rodeábamos el Morro Dois Irmãos y por un momento todo quedó en silencio salvo el zumbido de las hélices. Ese silencio se me quedó grabado más que cualquier foto. Al aterrizar, Rafael me ofreció otro café y me preguntó si había visto mi hotel desde arriba (no, estaba demasiado distraído mirando todo). Si estás pensando en hacer un vuelo privado en helicóptero sobre los iconos de Río, no lo dudes: hazlo. Nunca olvidarás esa sensación en el estómago al ver al Cristo Redentor de frente, créeme.
La duración exacta no se especifica, pero los vuelos se ajustan según disponibilidad y autorización del control aéreo.
Verás el Cristo Redentor, Pan de Azúcar, playas de Copacabana, Ipanema, Leblon, la laguna Rodrigo de Freitas, Playa Vermelha, Morro Dois Irmãos, playa de São Conrado, Pedra da Gávea y Barra da Tijuca.
No se menciona recogida; los pasajeros deben llegar por su cuenta al helipuerto.
Incluye agua filtrada y café antes o después del vuelo.
Sí, todas las áreas y el transporte son accesibles para sillas de ruedas.
El vuelo puede cancelarse o reprogramarse si el clima no es favorable; te contactarán para elegir otra fecha.
Sí, los bebés pueden ir en el regazo de un adulto o en cochecito si es necesario.
El límite es de 120 kg por asiento, según las indicaciones del fabricante del helicóptero.
Tu día incluye agua filtrada y café en el helipuerto antes o después de tu vuelo privado sobre los lugares más famosos de Río, con horarios flexibles según el clima para garantizar una experiencia segura y cómoda.
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