Sentirás cada paso al subir Pedra da Gávea con un guía local—trepando por la selva, escalando la pared de Carrasqueira con equipo de seguridad, avistando animales si tienes suerte, y recuperando el aliento en la cima más salvaje de Río. Prepárate para manos embarradas, risas grandes y una vista que no olvidarás cuando vuelvas a la ciudad.
“¿Estás seguro de que estás listo para esto?” Nos preguntó Lucas, nuestro guía, mientras estábamos en el inicio del sendero bajo un cielo que parecía no decidir entre sol o llovizna. Me reí, nervioso, para ser sincero. El primer tramo por la selva de Tijuca estaba lleno de raíces gruesas y ese olor a verde intenso que solo encuentras en una selva de verdad. Había pájaros que no reconocía y algo que chasqueaba arriba—Lucas dijo que probablemente eran monos capuchinos. Señaló un árbol donde los locales atan cintas para pedir suerte antes de las grandes caminatas. Yo también até una, por si acaso.
La subida a Pedra da Gávea no es cualquier paseo. Empieza empinada casi de inmediato, y en un momento mis manos terminaron embarradas de tanto agarrarme a las rocas (debería haber llevado más snacks). A mitad de camino llegamos a Carrasqueira—la famosa pared de roca de 21 metros. Lucas nos puso los arneses y me enseñó a confiar más en los pies que en las manos. El corazón me latía a mil, pero no solo por la subida; hay un momento en que miras hacia abajo y ves Río extendido como un mapa, con bordes brumosos y el océano a lo lejos. Algunos nos quedamos en silencio justo ahí, salvo Lucas que tarareaba una samba bajito.
En la cima, el viento soplaba tan fuerte que tuve que sujetarme el sombrero (y la verdad, también los nervios). Nos sentamos en la piedra caliente a comer sándwiches que supieron mucho mejor después de tanto esfuerzo. Alguien vio un tucán—pico amarillo brillante contra el cielo tormentoso—y todos sacaron el móvil excepto yo; preferí quedarme mirando hasta que voló sobre la ciudad. La bajada se sintió distinta—más ligera, quizás porque lo habíamos hecho juntos, o simplemente porque la gravedad por fin estaba de nuestro lado.
Es una ruta exigente que requiere buena forma física por sus tramos empinados y zonas de escalada.
Sí, se proporciona equipo certificado de escalada para todos los participantes.
El tour completo suele durar desde las 7:45 am hasta cerca de las 2 pm, aunque puede variar según el grupo y el tráfico.
No, no es necesaria experiencia; los guías te ayudarán en las partes técnicas como Carrasqueira.
Si tienes suerte, podrás ver monos, perezosos o tucanes en el camino.
Lleva mochila con agua (2L), snacks, ropa ligera, protector solar, repelente, gafas de sol y chaqueta impermeable o cortaviento.
No incluye recogida; el punto de encuentro está cerca de transporte público.
Este tour no se recomienda para quienes sufren de acrofobia (miedo a las alturas).
Tu día incluye equipo certificado para las secciones de escalada, acceso a los senderos de la selva de Tijuca hasta la cima de Pedra da Gávea, y guía en inglés, español o portugués—todo liderado por un local experto que conoce cada raíz y atajo.
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