Recorrerás Vidigal al amanecer, subirás Dois Irmãos con un guía local que comparte historias en el camino y verás cómo el sol pinta las playas y colinas de Río. Prepárate para risas, linternas para la subida, tiempo para descansar en la cima y momentos que recordarás mucho después de bajar.
Lo primero que noté fue cómo las luces de Río parpadeaban abajo mientras nos apretujábamos en una van en la entrada de Vidigal. Nuestro guía, Gabriel —nacido y criado aquí— nos saludó con una sonrisa somnolienta, como si llevara haciéndolo un montón de veces pero aún le encantara. La van subía por calles estrechas, pasando por murales y pequeñas panaderías que empezaban a abrir (el olor a pan recién hecho me hizo rugir el estómago). Aún estaba oscuro, pero se notaba que el cielo estaba a punto de cambiar.
Empezamos la ruta con linternas en mano —Gabriel las repartió bromeando sobre su “equipo de lujo”. El sendero es solo de 1,5 km pero se siente más largo cuando subes antes del amanecer. Se escuchaban grillos y, de vez en cuando, risas lejanas desde Vidigal. Paramos un par de veces para beber agua y sacar fotos; Gabriel señaló dónde se curva la playa de Ipanema en la oscuridad. Nos contó historias de su infancia aquí —cómo todos los niños conocen esta colina de memoria— y yo intentaba repetir algunos nombres en portugués (sin mucho éxito). En un momento me di cuenta de que mis zapatos estaban llenos de polvo rojo.
En la cima de Dois Irmãos, todos guardamos silencio por un instante. El sol salió detrás de la Bahía de Guanabara, tiñendo todo de rosa y dorado —ese tipo de colores que te hacen olvidar el cansancio. Desde ahí se ve muchísimo: Leblon, la Lagoa Rodrigo de Freitas, incluso el Cristo Redentor si entrecierras los ojos entre la neblina matutina. Gabriel se ofreció a tomar nuestras fotos (conoce todos los ángulos perfectos), pero la verdad es que solo quería quedarme sentado un rato. Hay algo especial en ver cómo Río despierta que se queda contigo.
El sendero tiene unos 1,5 km desde donde te deja la van hasta la cima.
Una van o taxi local te lleva parte del camino; el costo (unos 7 BRL) no está incluido.
No, se proporcionan linternas para todos durante la subida temprano.
Sí, es para todos los niveles físicos y hay paradas para descansar.
Verás las playas de Ipanema y Leblon, la Lagoa Rodrigo de Freitas, el Cristo Redentor, Pedra da Gávea y más de la zona sur de Río.
Tu guía tomará fotos y videos durante el tour; imágenes con dron están disponibles si las coordinas con él.
No, no se ofrecen comidas; lleva snacks si quieres, ya que no hay comida en el tour.
Sí, los bebés deben ir en el regazo de un adulto durante el transporte; el resto de edades son bienvenidas.
Tu día incluye la guía de un residente local acreditado que conoce cada rincón de Vidigal, linternas para la caminata antes del amanecer, paradas para fotos y videos (con opción a imágenes con dron si se acuerda), y un botiquín de primeros auxilios durante todo el recorrido, antes de regresar tras el amanecer sobre Río.
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