Vive la experiencia de entrar en el corazón de Itaipú con un guía local, viendo imágenes exclusivas en su auditorio privado antes de recorrer tú mismo esas gigantescas paredes de concreto. Siente el aire fresco, escucha el murmullo lejano de las turbinas bajo tus pies y descubre la vida diaria en una de las hidroeléctricas más grandes del mundo—con transporte incluido.
Llegamos a la represa Itaipú justo cuando el sol empezaba a pesar en los hombros — no hacía tanto calor, pero sí ese aire pegajoso que se siente cerca de los grandes ríos. El bus (con aire acondicionado, gracias a Dios) nos dejó justo en la entrada, donde nuestra guía Luciana ya nos saludaba con la mano. Repartió los tickets y sonrió cuando intenté decir “binacional” con acento español. Entramos a un auditorio oscuro para ver un corto sobre la historia de la represa. Confieso que pensé que sería aburrido, pero hay algo en ver imágenes antiguas de trabajadores cubiertos de barro y concreto que te atrapa. La voz en portugués tenía un tono grave, casi relajante.
Después subimos de nuevo al bus del circuito especial (con botellas de agua fría esperándonos), y Luciana empezó a señalar detalles por la ventana: cables tan gruesos como mi brazo, ingenieros con monos azules saludando desde las plataformas. Se olía el concreto húmedo por todos lados — un aroma a tierra y metal. Cuando finalmente entramos dentro de la represa… no esperaba que fuera tan fresca y con ecos tan marcados. Cada paso retumbaba. En un momento nos dejó tocar una pared — lisa pero tan fría que me dio un escalofrío. Alguien detrás mío susurró algo sobre la enorme energía que esta planta genera para Brasil y Paraguay, y de repente todo parecía mucho más grande que un simple edificio.
Luciana nos contó historias de personas que llevan décadas trabajando aquí — incluso señaló a un tal Paulo que, según dijo, está desde el ’85 (él nos saludó con la mano). Hubo un momento en que solo se escuchaba el zumbido de las máquinas y el agua corriendo a lo lejos, muy profundo bajo nuestros pies. Me hizo pensar en todo lo que sucede bajo tierra y que nunca vemos. El tour duró unas dos horas y media, más o menos. El tiempo se vuelve raro cuando estás bajo tierra así. En fin, todavía a veces recuerdo ese eco.
El recorrido dura aproximadamente 2 horas y 30 minutos.
Sí, el transporte en vehículo con aire acondicionado está incluido.
No, solo pueden participar personas mayores de 14 años.
Sí, los monitores hablan español y portugués.
Sí, hay opciones de transporte público cercanas.
Sí, las entradas están incluidas en la reserva.
Visitarás áreas internas con explicaciones guiadas y verás de cerca zonas operativas.
Tu día incluye entradas para todas las áreas del circuito especial en Itaipú, además de transporte cómodo con aire acondicionado ida y vuelta desde Foz do Iguaçu—también agua a bordo para que no te falte hidratación mientras recorres esos frescos pasillos de concreto.
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