Sentirás la brisa atlántica bajando a Praia do Madeiro para nadar, buscarás delfines con la guía cerca, disfrutarás las vistas desde los acantilados de Chapadão y pasearás por las calles llenas de vida del pueblo de Pipa. Desde la recogida en el hotel en Natal hasta los colores del atardecer en el regreso, todo se vive con calma y una belleza tranquila.
Íbamos a mitad de camino por la BR-101 cuando apenas terminé mi primer café — el conductor bromeó diciendo que era “temprano para los brasileños”, pero la verdad es que el amanecer sobre Natal valía la pena. Nuestra guía, Fernanda, señalaba los parches de Mata Atlántica que aún resistían entre los cañaverales. Sentí el olor a sal y algo dulce al acercarnos a Tibau do Sul. Las ventanas del bus se empañaron un poco al llegar al complejo de playas de Pipa — quizás por el aire del mar o porque todos nos emocionamos a la vez.
Primera parada: Praia do Madeiro. Hay una larga escalera de madera que baja hasta la arena (mis piernas aún me lo recuerdan), pero vale la pena cuando sientes ese primer golpe de aire fresco del océano. Algunos vieron delfines más allá de los surfistas; yo me dejé llevar flotando y dejando la mente vagar — hay algo en esa agua, ¿sabes? Fernanda se rió cuando intenté pedir agua de coco en portugués. Todavía no sé bien qué dije.
Después de secarnos, fuimos a Chapadão — esos acantilados son impresionantes, con capas rojas y naranjas contra un cielo azul imposible. Desde ahí se ve Praia do Amor; dicen que parece un corazón, y si te esfuerzas un poco, es verdad. Almorzamos tranquilos en un lugar al aire libre (el olor del pescado a la parrilla ya nos abrió el apetito antes de que llegara a la mesa). Luego paseamos por el pueblo de Pipa — tienditas, niños corriendo descalzos, música saliendo de las casas. A veces todavía pienso en esa vista desde Chapadão cuando la vida en casa se vuelve muy agitada.
Pipa Beach está a unos 90 km al sur de Natal por carretera.
Sí, incluye recogida y regreso al hotel en Natal.
Sí, tanto Praia do Madeiro como Praia do Amor se acceden por escaleras.
Sí, los niños pueden participar pero deben ir acompañados de un adulto.
No, por las escaleras en algunas playas no es accesible para sillas de ruedas.
No incluye almuerzo, pero hay tiempo libre para comprar comida en el pueblo de Pipa.
Los delfines suelen verse, pero no se puede garantizar su avistamiento.
Traje de baño, protector solar, gorra, calzado cómodo para las escaleras y algo de efectivo para comida o compras.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Natal en un vehículo con aire acondicionado, además de un guía local profesional que se encargará de la logística mientras visitas Praia do Madeiro y Baía dos Golfinhos para nadar o buscar delfines. También tendrás tiempo en los acantilados de Chapadão y horas libres para explorar el pueblo de Pipa antes de regresar cómodamente.
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