Esta es tu oportunidad de recorrer Ilha Grande a pie con guías locales que conocen cada sendero y cada historia. Camina por playas de arena negra, come comida casera brasileña en pueblos pesqueros, duerme bajo las estrellas en Parnaioca y descubre cascadas escondidas, todo mientras conectas con la vida isleña más allá de los típicos lugares turísticos.
Empezamos nuestra expedición privada de trekking en Ilha Grande justo cuando el sol comenzaba a calentar las estrechas calles de Vila do Abraão. Nuestro guía nos recibió con una gran sonrisa y nos explicó rápidamente qué esperar, además de recordarnos que guardáramos lo más pesado en las taquillas. Los primeros pasos nos llevaron por la arena negra de la Playa Preta, donde mis botas dejaron huellas profundas y el aire olía intenso a sal marina. Hicimos una pausa junto a antiguas ruinas de piedra, escuchando historias sobre barcos de cuarentena y tuberías de aceite de ballena, cosas que nunca había leído en ninguna guía.
Entre el tranquilo cruce del río en Camiranga y los pescadores reparando redes en el pueblo Caiçara, me di cuenta de lo diferente que se sentía esta caminata comparada con cualquier otra. La comida siempre era algo local: un plato de pescado o frijoles cocinados en la cocina de alguien, mientras veíamos los botes mecerse en el agua. Cada noche dormíamos en un lugar distinto: a veces una posada acogedora, otras en casas familiares donde se escuchaba música lejana mezclada con el sonido de las olas.
Los días se mezclaban de la mejor manera: una mañana madrugamos para ver el amanecer en la Playa Aventureiro, con la luz rosada iluminando ese famoso cocotero inclinado. En la Playa Parnaioca no había señal de celular y solo unas horas de electricidad; compartíamos historias a la luz de linternas y nos dormíamos con el canto de las ranas detrás de las tiendas. Nuestro guía siempre sabía cuándo acelerar el paso o detenernos para nadar o comer algo; incluso nos mostró pequeños cangrejos rojos corriendo por la arena en la marea baja.
El último tramo de regreso a Abraão fue duro pero valió la pena. Caminamos por una selva densa donde todo goteaba tras una lluvia de la tarde, y terminamos justo donde empezamos: botas embarradas, piernas cansadas y ya soñando con volver algún día.
Este trekking es exigente y cubre largas distancias cada día (hasta 20 km), a menudo por senderos irregulares. Necesitarás buena condición física y estar cómodo caminando varias horas diarias.
La mayoría de las noches dormirás en posadas compartidas o casas familiares; en Parnaioca puede ser necesario acampar según disponibilidad.
Sí, se ofrecen comidas caseras brasileñas, con platos frescos y locales preparados por los anfitriones o en pequeños restaurantes del pueblo.
Sí, en Vila do Abraão hay taquillas seguras para guardar el equipaje que no quieras llevar durante la caminata.
Tu experiencia incluye un guía local oficial que se encarga de la navegación y la seguridad, además de almuerzos diarios y cinco noches de alojamiento compartido, incluyendo posible camping en Parnaioca. También cuentas con seguro de aventura, estadísticas en vivo del trekking enviadas cada día, consejos para preparar tu mochila, soporte vía satélite para emergencias y almacenamiento seguro de equipaje en Abraão para que puedas viajar ligero durante toda tu aventura en Ilha Grande.
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