Tú marcas el ritmo en este tour privado por las Cataratas del Iguazú—visita ambos lados, evita filas y disfruta de los consejos locales de tu guía. Ideal para quienes buscan flexibilidad y comodidad.
Empezamos el día justo después del amanecer—hay algo en el aire de Foz do Iguaçu a primera hora que es fresco y a la vez se siente cargado con el aroma de la tierra mojada. Nuestro guía, Paulo, nos esperaba en el lobby del hotel, charlando sobre por cuál lado de las cataratas queríamos comenzar. Sin prisas, sin grupo grande esperándonos. Solo nosotros, Paulo y un auto impecable con agua fría (créeme, la vas a necesitar después de unos minutos bajo el calor subtropical).
En el lado brasileño, caminamos por el sendero principal a nuestro ritmo. Paulo nos señaló un pequeño coatí husmeando cerca de la baranda—fácil de pasar desapercibido si no estás atento. El estruendo del agua era más fuerte de lo que esperaba, casi tapaba nuestra conversación. Paramos a sacar fotos donde quisimos; nadie nos apuraba. Si tienes más tiempo (nosotros elegimos la opción de 8 horas), puedes cruzar a Argentina para el circuito de la Garganta del Diablo. La niebla allí es tan densa que se pega a la piel—muy refrescante después de caminar bajo el sol. Paulo se encargó de todo el trámite de la frontera, así que fue todo muy sencillo.
Algo que no sabía: puedes añadir una visita a la represa de Itaipú si te interesan las maravillas de la ingeniería. La metimos después del almuerzo en un lugar local que Paulo recomendó—nada sofisticado, comida casera y café bien cargado. La represa es enorme de cerca; parado ahí uno se siente diminuto. Durante todo el día, Paulo estuvo pendiente—“¿Querés parar acá?” “¿Necesitás un descanso?” Fue como viajar con un amigo que conoce todos los atajos y rincones secretos.
¡Claro! Tú decides la hora y el punto de encuentro; nos adaptamos a tu agenda.
Sí, con la opción de 8 horas hay tiempo suficiente para ambos lados y paradas extras si quieres.
No, las entradas no están incluidas para que puedas elegir qué lugares visitar el mismo día.
Por supuesto—el vehículo es cómodo y accesible para sillas de ruedas, y avanzamos a tu ritmo.
Tu propio auto privado (4 u 8 horas), aire acondicionado, agua embotellada y un guía local amable que te acompaña en todo momento. Nos detenemos donde más te interese.
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