Vuela desde La Paz y explora durante dos días el Salar de Uyuni con un guía local: pasea entre trenes antiguos, almuerza bajo el cielo junto al volcán Tunupa, conoce a los artesanos de Colchani y duerme en un hotel hecho de sal. Mirar las estrellas en el salar es algo que no vas a olvidar jamás.
Lo primero que me sorprendió al bajar en Uyuni fue la luz: no se parece a nada que haya visto antes. Todo se veía más nítido, casi cegador, y el aire tenía ese toque salino que recuerda al mar, pero mucho más frío. Nuestra guía, Carla, nos recibió en el aeropuerto con una sonrisa y un termo de mate de coca (que, por cierto, derramé en mi manga nada más empezar). Mientras íbamos rumbo al cementerio de trenes, nos contó historias de esas locomotoras oxidadas que duermen a las afueras del pueblo. No esperaba encontrar tanta historia entre esos vagones abandonados. Solo se escuchaba el viento colándose entre los hierros y el silencio era raro, casi mágico.
En Colchani, la sal lo cubría todo — hasta mis cordones se pusieron blancos en diez minutos. Los artesanos nos enseñaron cómo moldean a mano pequeñas llamas de sal; intenté hacer una y terminó pareciendo más una papa que un animal. El almuerzo nos esperaba en pleno Salar de Uyuni, con el mantel ondeando y el volcán Tunupa vigilándonos a lo lejos. La comida era sencilla pero deliciosa: ensalada de quinua, carne de llama… y una copa de champán que parecía irreal en medio de ese mar blanco. Carla nos señaló unos flamencos a lo lejos; apenas se veían, como manchas rosadas sobre la sal infinita.
La Isla Incahuasi está repleta de cactus gigantes, más altos que cualquier persona (Carla dice que algunos tienen más de mil años). Subir hasta arriba me regaló una vista que todavía guardo: solo cielo y sal hasta donde alcanza la mirada. Esa noche dormimos en un hotel construido completamente de bloques de sal (sí, hasta la base de la cama), que suena turístico pero en realidad es súper acogedor después de un día al aire libre. Salir a mirar las estrellas en el salar… no sé si existen palabras para eso. Es solo uno, parado ahí, con todas las estrellas que alguna vez olvidó mirar.
Al día siguiente fuimos rumbo al volcán Tunupa. A veces, manadas de llamas cortaban el camino — una me miró fijo, como si supiera algo que yo no. Vimos momias aymaras escondidas en cuevas (esa parte me dio escalofríos), y almorzamos con vistas a cerros pintados mientras Carla nos contaba cómo los locales siembran la quinua entre piedras para protegerla del viento. De regreso por Uyuni, ella saludaba a casi todos los que pasaban — aquí la vida de pueblo se siente de verdad.
Sí, la recogida privada en tu hotel de La Paz está incluida antes del vuelo a Uyuni.
No, los vuelos de ida y vuelta entre La Paz y Uyuni ya están incluidos en el tour.
Pasarás una noche en un hotel 5 estrellas hecho de bloques de sal en el Salar de Uyuni y otra noche en el Boutique Hotel Atipax, cerca del aeropuerto de Uyuni.
Sí, el tour incluye desayuno, almuerzo (con almuerzo gourmet en el salar) y cena.
Sí, tendrás un guía profesional certificado que habla inglés durante todo el recorrido.
Claro, hay opciones vegetarianas si las solicitas al reservar.
El transporte es accesible para sillas de ruedas y apto para todos los niveles de condición física.
Sí, visitarás la Isla Incahuasi para ver los cactus gigantes y disfrutar de vistas panorámicas del salar.
Tu experiencia incluye vuelos ida y vuelta entre La Paz y Uyuni, traslados privados desde y hacia tu hotel en ambas ciudades, dos noches de alojamiento (una en hotel boutique cerca del aeropuerto de Uyuni y otra en un hotel único de sal), todas las comidas incluyendo almuerzo gourmet con champán en el Salar de Uyuni, visitas guiadas a la Isla Incahuasi y al volcán Tunupa con un guía local experto en inglés, oxígeno disponible si lo necesitas, y todos los traslados en Land Cruiser 4x4 privado durante todo el viaje.
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