Recorre en bici la legendaria Death Road de Bolivia con un guía local desde La Paz — empezando en la fría niebla de la montaña y terminando en el aire húmedo de la selva. Prepárate para paisajes salvajes, risas con el grupo (y quizás alguna llama), además de almuerzo y snacks. No es solo adrenalina, es una historia que querrás contar una y otra vez.
No pensé que me pondría nervioso hasta que estuvimos en La Cumbre — la niebla nos envolvía, las bicis alineadas como si también nos evaluaran. Nuestro guía, Marco, sonrió y soltó algo sobre “la carretera más peligrosa del mundo”, con esa tranquilidad de quien ya lo ha visto todo. Se olía la tierra mojada y el diésel de la camioneta de apoyo. Los primeros minutos bajando fueron un golpe de frío — el viento atravesaba mis guantes, los dientes me castañeaban aunque intentaba posar para las fotos sin parecer tembloroso.
El paisaje cambiaba tan rápido que parecía un truco. Un momento estábamos rodeados de picos helados a las afueras de La Paz, y al siguiente, todo era verde y cascadas que caían justo sobre la carretera. Tuvimos que esquivar un grupo de llamas (no es broma), y Marco se rió saludando a una mujer que las guiaba — ella le respondió agitando un gran pañuelo rojo que ondeaba al viento. Cerca de la mitad del camino me di cuenta de que los frenos se estaban llenando de barro, pero la verdad es que me preocupaba más perderme el paisaje que caerme. Suena loco, lo sé.
El almuerzo fue sencillo — sándwiches y fruta — pero después de tanta adrenalina, supo a banquete. También había un té dulce de hierbas; Marco lo llamó mate de coca y juraba que ayuda con la altura (quizá placebo, quizá no). Para entonces mis piernas estaban como gelatina, pero de la buena. El tramo final es donde entiendes por qué la llaman Death Road: caídas verticales a un lado, olor a selva en el aire, y el sol saliendo justo cuando terminábamos. No fue una bajada perfecta — me resbalé una vez con la grava — pero todos aplaudimos igual. Ahora, al recordarlo, sigo sintiendo esa mezcla de miedo y alegría vibrando bajo la piel.
El recorrido es de unos 64 kilómetros cuesta abajo desde La Cumbre hasta la región baja de los Yungas.
El tour incluye servicio de recogida; revisa los detalles al reservar para confirmar si tu ubicación está cubierta.
Te entregan casco, rodilleras, coderas, guantes, chaqueta, pantalones y equipo de primeros auxilios.
Sí, durante la aventura en bici te ofrecen snacks y almuerzo.
El tour es apto para la mayoría de niveles físicos, pero no se recomienda para personas con problemas de columna, corazón o embarazadas.
Un guía local experimentado y que habla inglés acompaña a todos los grupos en la Death Road.
Hay asientos especiales para bebés; consulta la idoneidad según edad y seguridad antes de reservar.
Tu día incluye equipo completo de seguridad (casco, protecciones, guantes), bici de alta calidad con opción a suspensión total, snacks y almuerzo (con té de hierbas), guía local experimentado y de habla inglesa durante todo el recorrido, soporte de primeros auxilios en sitio, vehículo de apoyo con conductor detrás para respaldo, y recogida en puntos céntricos de La Paz antes de partir hacia La Cumbre para comenzar la bajada.
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