Explora las orillas y las islas sagradas del Lago Titicaca con guías locales que conocen cada leyenda y atajo. Camina por senderos incas en Isla del Sol, prueba trucha fresca en Copacabana y empápate de la cultura andina, todo sin prisas ni multitudes.
Salir de La Paz siempre implica una buena subida — las ventanas se empañan rápido con el frío de la mañana. Nuestro guía, Javier, nos mantuvo despiertos con historias de los pueblos aymaras que íbamos dejando atrás. Ya casi al mediodía, llegamos a Copacabana. El aire se sentía más liviano, pero también más puro. Nos alojamos en un hotel pequeño cerca de la plaza principal — nada lujoso, pero la vista al Lago Titicaca era espectacular. El almuerzo fue trucha recién sacada del lago; juro que se puede saborear el agua fría en cada bocado.
Después de comer, caminamos hasta la orilla para tomar el bote hacia Isla del Sol. El lago brillaba como metal bajo el sol — los locales dicen que nunca se calienta del todo. El viaje duró alrededor de una hora y media; vimos pescadores en pequeñas balsas de totora y niños saludando desde caletas rocosas. En la isla, subimos por antiguos escalones de piedra entre las terrazas de Yumani. Hay un lugar junto a la Fuente de la Juventud donde puedes beber directo del manantial — helado y dulce. Nuestro guía nos contó cómo ese sitio ha atraído peregrinos por siglos. La cena en el hotel de la isla fue sencilla — sopa de quinoa y verduras a la parrilla — pero después de la caminata, cayó perfecta.
A la mañana siguiente, el desayuno llegó con café fuerte y pan recién hecho mientras la luz del sol se deslizaba sobre el lago. Salimos temprano para otra caminata por Isla del Sol — silencio solo roto por los pájaros y las campanas lejanas de una iglesia en Copacabana que se escuchaban a lo lejos. El almuerzo picnic lo disfrutamos bajo un grupo de eucaliptos; se sentía el aroma de sus hojas en la brisa. Ya entrada la tarde, tomamos el ferry de regreso a Copacabana, probamos un snack rápido (no te pierdas las empanadas de queso cerca de la Plaza Sucre) y emprendimos el regreso a La Paz mientras el crepúsculo caía sobre las colinas.
Sí, es accesible para la mayoría, aunque al principio podrías sentir falta de aire por la altitud. Ve despacio; los guías están acostumbrados a ayudar a los visitantes a adaptarse.
El almuerzo está incluido ambos días; el desayuno se ofrece el segundo día en el hotel de Isla del Sol. También está incluida la cena en el hotel de la isla.
Por supuesto, los animales de servicio son bienvenidos en este tour.
Lo mejor es llevar ropa en capas, porque el clima cambia rápido junto al lago. No olvides protector solar, un sombrero, zapatos cómodos para caminar por senderos irregulares y quizás un impermeable por si acaso.
Tu transporte privado entre La Paz y Copacabana está incluido, así como todos los paseos en bote por el Lago Titicaca. Tendrás hoteles cómodos (incluyendo uno en Isla del Sol), tours guiados por Copacabana e Isla del Sol, entradas pagadas, almuerzos ambos días y desayuno y cena en la isla — todo organizado para que solo disfrutes.
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