Sube templos mayas en Xunantunich cerca de San Ignacio y navega en tubing por ríos subterráneos en la selva. Disfruta un almuerzo casero y las historias de tu guía local. Si te gustan los días que mezclan historia, barro y risas en cuevas, este tour es para ti.
Salimos de San Ignacio poco después del desayuno, con las ventanas abajo y el aire ya denso y lleno de verde. Nuestro guía, Mario, señaló un par de tucanes en los árboles — casi no los veo porque me distrajo cómo la luz de la mañana iluminaba el río. Son apenas 20 minutos hasta Xunantunich, pero parecía que habíamos cruzado a otro mundo. Subir El Castillo fue más empinado de lo que esperaba (mis piernas aún me lo recuerdan), pero estar arriba con el viento en la cara y Guatemala difusa a lo lejos — ahí todo se volvió silencio para mí. Mario nos contó que los mayas vigilaban desde ahí para ver visitantes o enemigos; intenté imaginarlo, pero sobre todo me sentí pequeño, y de la mejor manera.
Después regresamos al van para un viaje un poco largo — ¿una hora y media tal vez? Las carreteras de Belice tienen algo hipnótico: campos de caña, pueblos con ropa colorida ondeando, niños saludando al pasar. Llegamos a Jaguar Paw con hambre y sudor. El almuerzo fue sencillo — arroz con frijoles, pollo y una ensalada ácida — pero, la verdad, sabía perfecto después de tanto subir. Intenté decir “gracias” en kriol a una de las cocineras; se rió y me corrigió con cariño.
El tubing en las cuevas empezó cargando grandes tubos de goma por el bosque, esquivando raíces y escuchando las cigarras. El agua del río estaba tan fría que me hizo jadear al tocarla. Flotar dentro de esa primera cueva — todo oscuro salvo las linternas iluminando las paredes de piedra caliza — fue extrañamente tranquilo. Se oía el goteo del agua lejos, resonando a nuestro alrededor. En un momento Mario nos pidió apagar las luces un minuto; la oscuridad era total, solo una línea delgada de sol detrás, y todos guardamos silencio salvo una risa nerviosa (quizá la mía). Al final, mis brazos estaban cansados de remar, pero no quería que terminara aún.
El tour completo dura unas 8-9 horas, incluyendo traslados desde San Ignacio.
Sí, el almuerzo está incluido, ya sea casero o en un restaurante local cerca de Jaguar Paw.
La subida es algo empinada pero accesible si tienes condición física promedio; hay barandales para apoyarse.
Lleva ropa de cambio completa, bloqueador solar, repelente de insectos y zapatos que se puedan mojar.
Sí, el tour incluye recogida y regreso al hotel dentro de San Ignacio.
Los niños deben medir al menos 1 metro para hacer tubing; familias de 5 o más personas reciben tours privados automáticamente.
Sí, pueden participar pero deben avisar al reservar para que los guías estén pendientes y ayuden si es necesario.
Tu día incluye traslado ida y vuelta desde tu hotel en San Ignacio, entradas a Xunantunich y las cuevas Jaguar Paw, equipo para tubing (tubos, cascos), agua embotellada durante todo el recorrido y un almuerzo casero beliceño antes de regresar por la tarde.
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