Recorrerás caminos rústicos por Mountain Pine Ridge hasta llegar a las antiguas ruinas mayas de Caracol, subirás la pirámide Caana para vistas panorámicas, explorarás la fresca cueva Río Frío con las historias de tu guía, y luego nadarás en pozas cristalinas antes de disfrutar un picnic beliceño bajo la sombra. Un día completo que te deja cansado pero maravillado.
Aún recuerdo cómo el camino hacia Mountain Pine Ridge me sacudía hasta los huesos — no es precisamente suave, pero hay algo en pasar rebotando junto a pequeños pueblos mayas con las ventanas abajo que te hace olvidar la incomodidad. Nuestro guía, Luis, señalaba detalles que yo habría pasado por alto: un destello naranja de un pájaro que no supe identificar, humo elevándose de un fuego de desayuno. El aire olía a pino y tierra mojada, algo que me sorprendió en Belice. Primero paramos en la cueva Río Frío. La entrada es enorme — entras y de repente el ambiente se vuelve fresco y lleno de ecos. Luis nos contó cómo los mayas usaban estas cuevas para ceremonias (traté de imaginarlo con la linterna, pero más que nada escuchaba el goteo del agua en lo profundo).
El viaje hasta Caracol se sintió largo — tal vez una hora más — pero cuando ves la pirámide Caana asomando sobre los árboles entiendes por qué vale la pena el trayecto. Subir esos escalones de piedra no es fácil (mis piernas me lo recordaron por días), pero al llegar arriba… me senté a recuperar el aliento mientras Luis explicaba el significado de las plazas que se ven abajo. Cerca había una familia de monos aulladores; sus llamados sonaban extrañamente prehistóricos entre tanto verde. Es increíble pensar que Caracol fue más grande que Tikal en su época. Mis zapatos se llenaron de barro y a nadie le importó.
Después de explorar llegó el almuerzo — un picnic bajo unos árboles con estofado de pollo casero y ponche de ron que me subió rápido (quizá demasiado). Todos estábamos sudados y sonriendo. De regreso paramos en las pozas Río On. El agua estaba tan fría que te despertaba al instante, justo lo que necesitaba después de horas bajo el sol. Algunos niños locales jugaban allí; uno me dio consejos sobre qué piedras eran resbalosas (se rió cuando igual me caí). No esperaba sentirme tan relajado al final — tal vez fue estar todo el día al aire libre o quizá el ponche.
Es una excursión de día completo desde San Ignacio, incluyendo traslados entre sitios y paradas en Caracol, la cueva Río Frío y las pozas Río On.
Sí, incluye un picnic casero al estilo beliceño con bebidas durante el tour.
Todos los boletos de entrada están incluidos en el precio del tour.
Sí, hay oportunidad de nadar en las pozas Río On después de visitar las ruinas de Caracol.
El tour es de dificultad fácil a moderada; subir la pirámide Caana requiere algo de esfuerzo físico pero es accesible para la mayoría.
Recomiendan llevar sandalias o zapatillas de senderismo, toalla, mochila pequeña, botella de agua, repelente, snacks, ropa de baño con shorts y cámara.
Los niños son bienvenidos siempre que estén acompañados por un adulto; no hay edad mínima.
Sí, un guía local experto acompaña todo el recorrido desde el inicio hasta el final.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde San Ignacio o tu hotel, todas las entradas a las ruinas de Caracol y sitios naturales en Mountain Pine Ridge, un picnic con bebidas y ponche de ron bajo árboles frescos tras explorar templos y cuevas antiguas, todo guiado por alguien que conoce cada rincón de esos caminos selváticos.
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