Viaja al corazón de la selva beliceña con un guía local, explorando los templos mayas de Caracol y conociendo sus historias de primera mano. Refresca tu día en la Cueva Río Frío antes de nadar bajo la cascada Big Rock Falls. Aire puro, comida auténtica y momentos para guardar en la memoria.
Confieso que no sabía muy bien qué esperar de esta excursión de un día a Caracol desde San Ignacio, solo que sonaba lejano y misterioso. El viaje en sí fue toda una aventura: tres horas por caminos de tierra, con las ventanas abajo y ese olor a verde intenso que solo tiene la selva tropical. Nuestro guía, Luis, no paraba de señalar cómo cambiaban los árboles — pinos por un rato, y de repente volvía la hoja ancha — y la verdad, no me habría dado cuenta si no lo hubiera dicho. Él creció cerca y parecía conocer cada curva del camino. En un momento paró para que escucháramos el silencio; hasta los pájaros parecían callarse por un instante.
Caracol es enorme. Lees sobre ciudades antiguas, pero estar frente a Caana — “Lugar del Cielo”, como la llaman — es otra cosa. Sigue siendo la construcción más alta que ha hecho el ser humano en Belice. Luis nos contó cómo Rosa Mai encontró este lugar por casualidad mientras buscaba caoba (traté de imaginarme toparme con una ciudad así sin querer). La piedra estaba tibia al tacto y había caracoles diminutos por todos lados — de ahí viene el nombre “Caracol”. Subimos despacio; no soy fan de las alturas, pero la vista sobre la selva valió totalmente la pena. Apenas había gente, solo un par de cuidadores locales que nos saludaron al pasar.
El almuerzo fue sencillo pero sabroso — pollo, arroz y una salsa picante que probablemente usé de más (sin arrepentimientos). Después de recorrer plazas antiguas y escuchar sobre los mercados y talleres mayas (Luis tenía una historia para todo), seguimos camino. La parada en la Cueva Río Frío fue breve pero genial — hacía frío adentro, con ecos y gotas de agua cayendo en la oscuridad. Y luego Big Rock Falls: honestamente, después de tanto calor y polvo, lanzarme a esas pozas fue como reiniciar el cuerpo. Ya tenía las piernas como gelatina, pero flotando ahí y mirando los árboles... sí, a veces todavía recuerdo ese momento.
El trayecto es de unas tres horas por caminos dentro del bosque.
Sí, el almuerzo está incluido junto con agua embotellada y snacks.
El tour también para en la Cueva Río Frío y en Big Rock Falls para nadar.
Todos los costos de entrada y tasas están cubiertos en el paquete.
Es adecuado para todos los niveles de condición física; los bebés pueden ir en cochecito.
Sí, la recogida en hotel está incluida para mayor comodidad.
El tour es accesible para sillas de ruedas y se permiten animales de servicio.
Tu día incluye recogida en hotel en vehículo con aire acondicionado, todas las entradas a las ruinas de Caracol y la Cueva Río Frío, agua embotellada y snacks durante el recorrido, toallas para nadar en Big Rock Falls y un almuerzo completo antes de regresar por los caminos salvajes de Belice.
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