Explorarás Ypres a tu manera—resolviendo pistas, descubriendo detalles ocultos y viviendo momentos reales de historia en sitios como Menin Gate y la Cloth Hall. Es flexible, ideal para familias y te permite conocer tanto los lugares más famosos como rincones tranquilos sin prisas ni guías.
Lo primero que me llamó la atención fue el sonido de las campanas resonando en la Grote Markt justo cuando abrimos la app y empezamos la búsqueda del tesoro. Las viejas piedras del suelo se sentían irregulares bajo los pies—cuidado si ha llovido, porque se vuelven resbaladizas. Paseamos junto a pequeñas tiendas de chocolate y pronto nos plantamos frente a la Cloth Hall, con sus arcos góticos que se alzaban imponentes. Dentro está el Museo In Flanders Fields; casi podías oler el papel antiguo y escuchar el murmullo de los visitantes leyendo relatos de la guerra.
Los móviles nos iban enviando pistas, animándonos a mirar estatuas o asomarnos a rincones escondidos. En un momento, un ciclista local pasó zumbando y nos gritó “¡Goede middag!”—nos hizo reír, porque estábamos claramente perdidos, intentando descifrar una placa. La app nos llevó hasta las murallas, donde hay un tranquilo sendero que rodea la ciudad. Se nota la paz que se respira aquí comparado con el bullicio de la plaza.
El Memorial Menin Gate nos dejó sin palabras. Nombres grabados por todas partes—tantos que no puedes asimilarlo de un vistazo. Nuestra guía en la app contaba historias de soldados cuyos restos aún no se han encontrado. Si estás por allí a las 8 de la tarde, no te pierdas la Ceremonia del Último Toque; nos juntamos hombro con hombro con gente de todo el mundo, escuchando las trompetas resonar bajo el arco. Es sencillo pero muy emotivo—de verdad, se me pusieron los pelos de punta.
Terminamos cerca de la plaza principal, donde familias disfrutaban en las terrazas y los niños perseguían palomas alrededor de los bancos. Aunque había muchos turistas, nunca se sintió agobiante ni apresurado porque íbamos a nuestro ritmo. La experiencia fue como armar un puzzle de la historia de Ypres mientras paseábamos con amigos.
¡Sí! El juego es familiar y perfecto para niños con supervisión adulta. También se puede usar con cochecitos.
No, no hay horario fijo—puedes empezar cuando quieras tras recibir las instrucciones por email.
Por supuesto. La mayoría de las rutas son accesibles para sillas de ruedas y aptas para cochecitos en el centro de Ypres.
La mayoría dedica entre 2 y 3 horas, pero puedes pausar o terminar cuando prefieras.
Accederás a una app online muy fácil de usar en tu móvil—sin descargas—y a una ruta divertida llena de curiosidades y retos sobre los lugares más emblemáticos de Ypres como Menin Gate y la Cloth Hall. Ve a tu ritmo; apto para todas las edades.
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