En Ikono Viena recorrerás más de diez salas de arte llenas de juegos, donde los espejos distorsionan la realidad y las risas rebotan por todas partes. Momentos para tocar, divertirte con locales o visitantes, y espacio para dejar volar la imaginación—tu entrada incluye todo. Puede que salgas más desordenado, pero seguro mucho más feliz.
Al entrar en Ikono Viena, un eco curioso rebotaba en las paredes — no era fuerte, pero sí lo suficiente para que cada paso y risa se sintieran especiales. La primera sala olía a pintura fresca y algo dulce, tal vez el brillo del suelo de madera. Miré a mi amigo y los dos sonreíamos como niños que se han colado en un lugar prohibido. La guía en la entrada nos guiñó un ojo y nos dijo: “olvida la lógica por un rato”. No sabía qué esperar de una experiencia inmersiva en Viena, pero seguro que no tanta explosión de color junta.
Recorrimos más de diez salas distintas — algunas parecían sueños hechos realidad, otras un caos encantador. Había un espacio lleno de espejos por todos lados; perdí la cuenta de cuál reflejo era mío y cuál de mi amigo. En un momento, un grupo de adolescentes empezó una batalla de baile improvisada en una esquina y nadie se molestó. La palabra clave aquí es “inmersivo”, porque no puedes quedarte mirando desde lejos — terminas siendo parte de todo lo que pasa a tu alrededor. Intenté pronunciar “Zentralfriedhof” tras verlo en un cartel, pero Li se rió y me dijo que me faltaba otro año en Austria para eso.
Sigo pensando en lo liberador que fue jugar con luces y formas sin que nadie te juzgue. Hasta el personal se animaba, mostrándonos trucos o sugiriendo ángulos locos para las fotos (mi móvil está lleno). No es nada pretencioso ni intimidante — solo gente compartiendo algo extrañamente alegre en pleno Viena. Salimos con manchas de pintura en las mangas y esa felicidad cansada que te queda tras horas haciendo tonterías. Si te animas a soltar el control, de verdad, Ikono vale la pena.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para silla de ruedas.
Tu entrada incluye acceso a más de 10 salas inmersivas.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca.
No, la experiencia es apta para todas las edades.
Sí, tu reserva incluye la entrada a Ikono Viena.
No, es apta para todos los niveles de condición física.
Tu visita incluye la entrada al museo Ikono en el centro de Viena con acceso a más de diez salas de arte inmersivas; todo es accesible para silla de ruedas y está cerca del transporte público, así que llegar es fácil sin importar tus necesidades o horario.
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