Sumérgete en el corazón creativo de Viena con tu entrada al Museo Leopold: retratos crudos de Egon Schiele, lienzos audaces de Klimt y objetos cotidianos del fin de siglo vienés. Detente en sus grandes ventanas para ver la ciudad o toma un café donde los artistas debatían ideas. No es solo arte, es una experiencia personal.
“Tienes que ver este lugar,” nos dijo la guía, pero yo seguía maravillado con cómo la luz iluminaba esas altas paredes blancas dentro del Museo Leopold. Afuera Viena estaba gris y húmeda, pero aquí parecía que alguien había subido el brillo solo para nosotros. Apenas entregamos la entrada cuando vi mi primer Schiele: sus líneas eran más duras de lo que esperaba, casi rasposas, y eso las hacía sentir más vivas. En un rincón, un grupo de estudiantes dibujaba en silencio. Uno me sorprendió mirando y sonrió, como si compartiéramos un secreto.
No sabía mucho de Gustav Klimt más allá de El Beso (que ni siquiera está aquí), pero ver “Muerte y Vida” de cerca es otra cosa, nada que ver con una postal. Los colores son más densos, casi como humo. Nuestra guía local contó cómo estos artistas se reunían en los cafés vieneses para debatir sobre arte y vida; casi puedes escuchar esa energía vibrando en las salas. A veces me quedaba parado junto a esas enormes ventanas panorámicas, mirando la plaza María Teresa e imaginando cómo sería Viena cuando todo este arte era nuevo. Hay algo en museos así, modernos pero llenos de historias antiguas, que te cala hondo.
Cuando llegamos a las piezas de Wiener Werkstätte—esas sillas que dan ganas de tocar pero mejor no—me di cuenta de que había perdido la noción del tiempo. El café de abajo olía a café recién hecho y a algo dulce que no supe identificar (¿strudel?), así que nos sentamos un rato antes de volver a la ciudad. Sigo pensando en esas ventanas y en esa sensación extraña de estar rodeado de tanta creatividad a la vez. Si te interesa un poco el arte vienés o solo quieres escapar de la lluvia una tarde, este lugar vale mucho la pena.
La entrada da acceso a todas las colecciones permanentes y exposiciones temporales del Museo Leopold.
El museo se encuentra en el distrito MuseumsQuartier, en el centro de Viena.
Sí, el museo es completamente accesible para personas en silla de ruedas.
Sí, los niños son bienvenidos, pero deben estar acompañados por un adulto.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden usar cochecitos dentro del museo.
Sí, hay audioguías en alemán, inglés, francés e italiano por un costo adicional de 4 EUR.
Imprime tu voucher de Viator y preséntalo en la taquilla para obtener tu entrada.
El museo abre de miércoles a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.
Tu visita incluye la entrada al Museo Leopold de Viena con acceso a todas las colecciones permanentes y exposiciones temporales; solo presenta tu voucher impreso al llegar. El museo es accesible para sillas de ruedas, puedes alquilar audioguías por un pequeño costo y luego relajarte en el Café Leopold antes de volver a la ciudad.
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