Sumérgete en el pasado musical de Salzburgo en el Salón de Mármol del Palacio Mirabell, escuchando música clásica en vivo donde Mozart tocó. Con asientos reservados para que disfrutes cada nota, tiempo para un trago en el intermedio y un ambiente único — desde techos dorados hasta ecos que te acompañan mucho después.
Lo primero que noté al entrar al Salón de Mármol del Palacio Mirabell fue cómo todo parecía silenciarse — hasta los pasos se perdían bajo esos altos techos pintados. Acabábamos de recoger las entradas de una señora que nos sonrió y nos indicó subir por la gran escalera (confieso que tropecé en uno de los peldaños, pero nadie pareció darse cuenta). El aire olía a madera vieja y a algo floral — ¿quizá de los jardines afuera? Nuestros asientos estaban tan cerca que podía ver a los músicos afinando, con caras mitad nerviosas, mitad concentradas. Era raro pensar que Mozart mismo tocó justo donde estábamos sentados.
Cuando empezó la música, sentí como si el tiempo se doblara sobre sí mismo. Las cuerdas sonaban más brillantes de lo que esperaba — no fuertes, pero sí tan claras que me sorprendí conteniendo la respiración en ciertos pasajes. Había una pareja mayor a nuestro lado que asentía con la cabeza; seguro conocían cada pieza de memoria. En el intermedio, la gente salió al rellano a tomar aire fresco o una copa de vino (no incluida, pero vale la pena por las vistas de Salzburgo). Nuestro guía nos había contado que los instrumentos eran de la época de Mozart — no le creí hasta que vi de cerca la flauta de madera.
Confieso que me perdí un par de veces mirando todo ese mármol y los detalles dorados reflejando la luz de las velas. Es difícil no sentirse pequeño en un lugar así. Al final, mientras todos salían en silencio — casi a regañadientes — se oían campanas lejanas desde algún lugar afuera. Nos quedamos un rato antes de bajar esas escaleras otra vez. A veces, cuando escucho un violín en la radio en casa, mi mente vuelve a ese salón y a esos ecos suaves. No creo que vuelva a escuchar a Mozart igual.
Sí, las entradas de Categoría I tienen asientos numerados en las filas 1-10; la Categoría II es con asientos libres.
El salón abre 30 minutos antes; la taquilla abre 1 hora antes del inicio.
No, bebidas y snacks se venden aparte, no están incluidos en el precio.
Sí, tanto el transporte como el lugar son accesibles para personas en silla de ruedas.
La entrada es permitida a partir de los 6 años; no se recomienda para niños más pequeños.
Si llegas tarde, solo podrás entrar después de una pieza (unos 15 minutos de espera).
Canjea tu voucher en la taquilla, en la entrada del primer piso al Salón de Mármol del Palacio Mirabell.
Tu noche incluye acceso al Salón de Mármol del Palacio Mirabell con asientos reservados o libres según tu categoría, guardarropa gratuito para tus cosas y un concierto clásico en vivo con talentosos solistas o grupos. Hay un intermedio para estirar las piernas o comprar algo antes de volver a tu asiento para seguir disfrutando.
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