Sube cerca de la Ópera para un crucero tranquilo al atardecer por Sydney Harbour, pasando bajo el icónico puente mientras se apaga la luz del día y se encienden las luces de la ciudad. Disfruta de una tabla de picoteo y tus propias bebidas a tu ritmo, sin prisas ni guiones, solo momentos reales con locales y viajeros.
Lo primero que recuerdo es cómo nos recibió la tripulación en Man O War Steps — con esa onda relajada, “Ey, chicos, suban,” como si fuéramos viejos amigos. Estar justo al lado de la Ópera de Sydney te hace sentir pequeño, pero en el mejor sentido. Subimos al catamarán (no es enorme, pero tampoco apretado), y se percibía un leve olor a sal mezclado con los snacks que habían preparado. Intenté sacar una foto pero me salió movida — tenía las manos ocupadas con la chaqueta y una botella de vino (puedes llevar tus propias bebidas, algo que hoy en día no es tan común).
Navegamos bajo el Sydney Harbour Bridge justo cuando unas gaviotas empezaban a pelearse arriba. La ciudad seguía viva a lo lejos — música suave desde algún lugar en tierra, risas dispersas de otros pasajeros. No había guía hablando todo el tiempo, lo cual me gustó; cada quien buscaba su rincón para ver cómo cambiaba el color del skyline. Alguien señaló que el vidrio de la Ópera se iluminó de rosa por un instante cuando le dio el sol. No me lo esperaba — fue rápido, pero aún lo recuerdo.
Terminé compartiendo aceitunas con una pareja mayor de Melbourne que ya había hecho este crucero antes. Me contaron que cada atardecer aquí es distinto por lo rápido que cambia el clima en Sydney Harbour. La tabla tenía más queso del que pude terminar (y no me quejo), y mi pareja intentaba nombrar todos los edificios a lo largo de la costa hasta que los dos nos reímos y desistimos. El aire se puso frío rápido cuando cayó la noche; ojalá hubiera llevado una capa extra. Pero a nadie parecía importarle — la gente se abrazaba o tomaba sus bebidas despacio.
No es nada pretencioso ni guionado — nadie te dice dónde mirar o qué sentir. Simplemente pasas una hora flotando entre lugares que has visto mil veces en fotos, pero ahora están ahí, y tú formas parte de ese momento. El barco nos llevó de vuelta mientras las luces de la ciudad empezaban a parpadear detrás, y sí, tal vez no hubo un atardecer perfecto esa noche, pero de alguna manera eso lo hizo aún mejor.
Incluye una bebida sin alcohol o agua; también puedes llevar tus propias bebidas alcohólicas sin cargos extra.
El crucero parte desde Man O War Steps, justo al lado de la Ópera de Sydney.
No, no hay guía; la experiencia es libre y la tripulación amable está disponible si necesitas algo.
El crucero dura aproximadamente una hora en un catamarán de 10,5 metros.
Se ofrece una tabla de picoteo para que todos los pasajeros puedan disfrutar durante el viaje.
Sí, niños de todas las edades son bienvenidos; los bebés pueden usar cochecitos o asientos especiales si es necesario.
El crucero suele realizarse con cualquier clima salvo que sea peligroso; hay zonas interiores disponibles a bordo.
El número máximo de pasajeros por crucero es de 26 personas.
Tu entrada incluye recogida y regreso en Man O War Steps junto a la Ópera, un crucero de una hora por el puerto con espacios interiores y exteriores, una tabla de picoteo, una bebida sin alcohol o agua (puedes llevar alcohol propio), y la ayuda de una tripulación local experta durante todo el viaje.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?