Flotarás sobre Melbourne al amanecer en un globo aerostático, disfrutando vistas de lugares como el MCG y el río Yarra antes de aterrizar para un desayuno relajado con champagne junto a tu grupo. Momentos de calma en el cielo, risas al bajar y una nueva forma de ver la ciudad que te quedará para siempre.
Para ser sincero, casi me rindo cuando sonó el despertador a las 4am. Pero hay algo especial en saber que vas a ver cómo Melbourne despierta desde un globo que hace que sea más fácil levantarse. Nos encontramos con nuestro piloto, Mark, en la oscuridad frente al hotel (con ese humor relajado típico australiano que ayuda cuando aún estás medio dormido). Para cuando llegamos al punto de despegue, el cielo empezaba a teñirse de un azul pálido. Los quemadores chisporrotearon y de repente la cesta se sentía real bajo mis manos — mimbre áspero, aire frío en la cara.
Subir fue muy distinto a lo que imaginaba. Allí arriba se siente un silencio suave, no absoluto, pero mucho más tranquilo de lo que esperaba. Se escuchaba un perro ladrando a lo lejos, y Mark señaló el MCG brillando con la luz del amanecer. El río Yarra parecía una cinta plateada que serpenteaba entre los tejados; intenté encontrar la estación Flinders Street pero me distraje con alguien saludando desde su balcón (la verdad, yo respondí con la mano). Es una sensación extraña, como si fueras parte de la ciudad y al mismo tiempo estuvieras fuera de ella por un rato.
Después de aterrizar (en un campo cualquiera — parece que es lo normal), nos subimos a una furgoneta rumbo al desayuno. El café era lo suficientemente fuerte para despertarme de verdad, y sirvieron champagne aunque apenas eran las 8am. Alguien en la mesa probó Vegemite por primera vez — todo un valiente. No dejaba de pensar en lo diferente que se ve Melbourne desde arriba, todos esos lugares conocidos reducidos y suavizados por la luz de la mañana. Si tienes aunque sea un poco de curiosidad por verlo así, no lo dudes. Simplemente ve.
Verás sitios como el MCG, el Shrine of Remembrance, la estación Flinders Street, el circuito de Albert Park y el río Yarra desde el aire.
Sí, el transporte privado está incluido en la reserva.
La experiencia comienza antes del amanecer, generalmente entre las 4 y 5am según la temporada.
Sí, tras el aterrizaje se sirve un desayuno con champagne.
Los niños deben tener al menos 6 años; no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas cardíacos o de columna.
El tour completo dura varias horas, incluyendo el vuelo y el desayuno posterior.
Tu mañana incluye transporte privado desde y hacia el punto de encuentro en Melbourne, un vuelo en globo al amanecer sobre los principales puntos de la ciudad con un piloto local, seguido de un desayuno sentado con champagne junto a otros participantes antes de regresar al centro.
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