Recorre en bus las suaves colinas de Yarra Valley desde Melbourne, con paradas en hasta cuatro bodegas o destilerías a tu elección. Prueba vinos locales, gin o cerveza si te apetece, y disfruta de un recorrido sin prisas con ayuda amable. La ruta es flexible: sigue tu curiosidad y siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte a decidir dónde bajarte.
Casi me pierdo la primera parada porque estaba demasiado distraído mirando esas colinas verde pálido — la verdad, es fácil perderse en el paisaje una vez que dejas Melbourne atrás. La conductora (creo que se llamaba Mel) me sonrió y me hizo señas para que bajara cuando me vio dudar. Así empezó todo el día en Yarra Valley: relajado, sin prisas y lleno de pequeños detalles amables. Te envían un horario por correo, pero yo terminé preguntándole a Mel un par de veces si había planeado bien mi ruta. A ella no le importó en absoluto.
El aire aquí se siente distinto — más suave, con un leve aroma a eucalipto cada vez que bajas en una bodega. En la segunda parada, una pareja de Sydney me invitó a su mesa para una cata de gin (acepté; resulta que el gin antes del mediodía es... curioso). Un empleado nos contó que algunos lugares ahora cobran por las catas aunque no conduzcas — “todos lo hacen,” dijo encogiéndose de hombros — pero la verdad es que se siente justo por la cantidad que pruebas. La palabra clave aquí es libertad: puedes subir y bajar donde quieras en la Ruta ROJA, algo que no valoré del todo hasta que me di cuenta de lo agradable que es no ir con prisa.
Solo visité tres lugares antes de decidir quedarme a almorzar en un sitio con grandes ventanales y urracas saltando afuera. La comida era sencilla pero deliciosa — queso local que sabía a pasto de verdad (en el buen sentido) y pan recién salido del horno. Cuando volví al bus, tenía las manos pegajosas por el jugo de durazno. Hay un compartimento para guardar botellas y snacks, algo que solo un local pensaría en incluir.
Los comentarios en la app de audio guía fueron sorprendentemente buenos — ni mucho ni poco — aunque me distraía con la gente hablando sobre cuál parada tenía la mejor vista o dónde encontrar un buen café. Al final de la tarde, todos estábamos un poco sonrojados y con sueño. Me sorprendí deseando haber reservado una cata más, pero quizás solo es una excusa para volver. Es curioso cómo un simple tour en bus con paradas libres puede hacerte sentir que has vivido allí un día entero.
Puedes visitar hasta cuatro lugares según el horario que te entregan durante la excursión.
No, la salida es solo desde el centro de Melbourne, no hay recogida en hoteles.
Sí, algunos lugares piden reservar para las catas; conviene consultar antes o pedir ayuda al personal para planificar.
No, las catas se pagan aparte; algunos sitios cobran aunque no conduzcas o el grupo sea pequeño.
No, no está recomendado para menores de 18 años.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour con paradas libres.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de salida y regreso en el centro de Melbourne.
Incluyen agua embotellada; lleva ropa cómoda y reserva con antelación las catas que no quieras perderte.
Tu día incluye transporte entre hasta cuatro bodegas o destilerías de Yarra Valley siguiendo el horario de la Ruta ROJA desde el centro de Melbourne, agua embotellada para el viaje, una app con audio guía sobre la región, espacio para guardar tus compras a bordo (créeme, lo vas a necesitar), y mucha ayuda del personal si tienes dudas sobre dónde bajarte o cómo reservar tus catas.
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