Empezarás en la arena de Byron con un guía local que mantiene el ambiente tranquilo y seguro. Prepárate para grupos pequeños, muchas caídas (y risas), y consejos reales de alguien que creció aquí. Cuando por fin atrapes esa primera ola — aunque sea por un segundo — entenderás por qué nadie deja de buscar esta sensación.
Nos encontramos en un rinconcito cerca de Byron Bay — ya se olía el protector solar y el aire salado antes de ver las tablas alineadas. Nuestro instructor, Tom, tenía el pelo aclarado por el sol y una risa que relajaba a todos al instante. Repartió rashguards y tablas (la mía era azul y mucho más suave de lo que esperaba). Éramos solo seis en el grupo, así que no se sentía ni abarrotado ni incómodo. Alguien bromeó con “hoy no morir”, y Tom sonrió prometiendo que nos mantendría en pie, o al menos con una sonrisa.
Bajando hacia el agua, noté cómo la arena crujía bajo mis pies — una sensación extraña pero agradable. Las olas parecían grandes desde la orilla, pero una vez en el agua, hasta la cintura como dijo Tom, se sentía manejable. Nos enseñó a leer las series y dónde pararnos para no ser arrastrados demasiado. Me caí más veces de las que puedo contar (seguro que tragué medio océano), pero cuando finalmente me mantuve de pie un par de segundos — vaya, el corazón me latía a mil. Todos aplaudieron como si fuera un gran logro. Eso es algo de las clases de surf en Byron Bay: nadie se lo toma demasiado en serio.
Me gustó que Tom fuera dando consejos sin que pareciera una clase formal — “intenta mover el pie hacia atrás” o “mira hacia donde quieres ir”. En un momento nos contó cómo creció surfeando estas playas; se notaba que de verdad quería que nos sintiéramos seguros. Hubo un instante en que el sol rompió entre las nubes y todo se volvió dorado por un segundo — todavía recuerdo esa vista. Después, nos enjuagamos y nos quedamos un rato sentados en las tablas, sin hablar mucho, solo escuchando a las gaviotas y recuperando el aliento.
La edad mínima para estas clases grupales es de 13 años.
Sí, todo el equipo necesario está incluido en la clase.
La proporción es de 1 instructor por cada 7 adultos en el grupo.
La recogida está disponible; consulta tu confirmación para más detalles.
Sí, las clases están diseñadas para todos los niveles, incluyendo principiantes.
La ubicación varía entre playas de Byron, Lennox y Ballina según las condiciones del día.
Sí, hay transporte público disponible cerca del punto de encuentro.
La clase está abierta a adultos, familias, parejas, grupos y niños mayores de 13 años.
Tu sesión incluye todo el equipo necesario para surfear — tablas suaves adaptadas a tu nivel y rashguards — además de la guía de instructores locales certificados que eligen playas seguras cada día según las condiciones. Si necesitas, hay opción de recogida para que solo te preocupes por atrapar olas y no por la logística.
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