Te levantarás antes del amanecer para un vuelo en globo con participación opcional en la preparación junto a tu guía local, sobrevolando campos dorados mientras sale el sol en Avon Valley. Tras un suave aterrizaje, compartirás un desayuno tranquilo con tu grupo. Es una experiencia pacífica, sorprendente y muy conectada con la naturaleza.
La mañana no empezó del todo bien: me confundí con la alarma y casi pierdo la recogida. Mi pareja ya estaba afuera en la oscuridad y el frío, riéndose mientras yo intentaba cerrar la chaqueta con una mano y sostener el café con la otra. Al llegar a Avon Valley, el cielo tenía ese azul intenso justo antes del amanecer, y nuestro guía (¿Dave? ¿O Dan? Todavía estaba despertando) nos dio unos guantes gruesos por si queríamos ayudar a preparar el globo. Los quemadores hicieron un ruido fuerte que me sorprendió, pero la verdad es que hizo que todo se sintiera más real. La hierba estaba húmeda bajo los pies y se percibía un suave aroma a eucalipto que venía de algún lugar cercano.
Siempre imaginé que los vuelos en globo eran silenciosos y flotantes, pero en realidad hay una mezcla extraña de emoción y calma cuando estás allá arriba. Navegamos sobre el río Avon, que serpenteaba entre campos que parecían dorados con la luz temprana. Alguien señaló unos canguros abajo (yo apenas los vi) y Dave nos contó un poco sobre cómo empezó el globo aquí — parece que la gente lleva mucho tiempo volando, lo que me tranquilizó un poco. El viento decide hacia dónde vas, así que cada vuelo es distinto; ese día nos desplazamos hacia el este más tiempo del esperado, lo que significó más minutos en el aire. No me quejo.
El aterrizaje fue más suave de lo que pensaba — solo unos pequeños baches y ya estábamos en tierra firme. Hubo risas cuando a alguien se le voló el sombrero (por suerte no fue el mío). Después, nos sentamos todos juntos a desayunar — huevos, tostadas, café bien cargado — nada sofisticado, pero sabía mejor que nunca después de la experiencia. No dejaba de pensar en lo silencioso que había estado todo allá arriba, salvo por el ruido ocasional del quemador o algún susurro de “wow” sin querer. Esa sensación de flotar se queda contigo más tiempo de lo que imaginas.
El vuelo es al amanecer para ver el sol salir sobre Avon Valley.
Sí, el desayuno está incluido tras el aterrizaje.
Niños desde 6 años pueden unirse al vuelo.
Los vuelos son en Avon Valley, cerca del río Avon y las tierras de cultivo alrededor.
No, no hace falta experiencia; los guías se encargan de todo, pero puedes ayudar si quieres.
No, mujeres embarazadas de más de 20 semanas no pueden volar.
La duración depende del viento, pero suele cubrir las horas del amanecer.
Tu día incluye recogida temprano en Avon Valley, participación opcional en la preparación del globo con ayuda del piloto, un vuelo panorámico al amanecer sobre campos y ríos según el viento, y un desayuno relajado en grupo tras aterrizar antes de regresar.
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