Compartirás mate con locales en Uspallata, cruzarás túneles montañosos hacia el agua cristalina de Potrerillos, tocarás las piedras minerales de Puente del Inca y caminarás bajo la imponente cima del Aconcagua. Con guía local y almuerzo en un parador de montaña, te sentirás pequeño y afortunado, parte de algo mucho más grande por un día.
El primer momento auténtico fue en una pequeña cafetería de Uspallata. Nuestra guía Lucía nos pidió mate y medialunas; se rió cuando intenté pronunciar “medialuna” con mi acento (todavía no lo logro). El aire era fino pero olía a polvo y a algo dulce, tal vez del horno. La gente del lugar entraba a tomar café, con las botas embarradas de la mañana. Más que un tour, parecía que habíamos entrado sin querer en la rutina diaria de alguien.
Al salir de Mendoza, las montañas se fueron acercando. La represa de Potrerillos parecía irreal: el agua tan clara que reflejaba todo a su alrededor. Lucía nos señaló la cordillera del Cordón del Plata y nos contó cómo alimenta los viñedos de Mendoza. Conocía cada pico por su nombre. Paramos al costado del camino solo para absorber el paisaje; casi olvidé que íbamos rumbo al Parque Provincial Aconcagua.
En Puente del Inca toqué el puente de piedra, tibio por las aguas termales subterráneas, con vetas naranjas y amarillas. Había vendedores con gorros tejidos y postales antiguas (compré una, seguramente cara, pero ¿a quién le importa?). El viento se levantó mientras volvíamos a la van. No sé si era la altura o la emoción, pero me sentí un poco mareado.
La caminata corta dentro del Parque Aconcagua fue más grande de lo que esperaba. Sacamos los permisos con los guardaparques, que bromeaban sobre los “gringos” que se queman con el sol (justo). El sendero era rocoso pero no difícil, solo lento porque no dejabas de mirar esa pared de montaña frente a ti. En la Laguna de Horcones nos quedamos en silencio un rato. Nadie decía mucho; hasta Lucía nos dejó contemplar la cima nevada del Aconcagua con esa luz rara de la tarde. A veces todavía pienso en esa vista, sobre todo cuando el ruido de la ciudad se vuelve insoportable.
La excursión completa dura unas 10 horas, incluyendo paradas y caminata.
Sí, incluye un almuerzo caliente regional en un parador de montaña.
Sí, todos los pasajeros deben llevar pasaporte para ingresar al parque.
El transporte ida y vuelta con recogida está incluido en la reserva.
La caminata es moderada, dura unas dos horas; se recomienda estar en forma por la altura.
No, la entrada se paga aparte en pesos argentinos.
Visitarás la represa de Potrerillos, el valle de Uspallata, Puente del Inca y harás senderismo en el Parque Provincial Aconcagua.
Por favor, avisa al reservar si tienes requerimientos dietéticos para intentar adaptarlos.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde Mendoza con guía local bilingüe, paradas técnicas para snacks con té o café y medialunas, ayuda con los permisos para el Parque Provincial Aconcagua (entrada no incluida), caminata guiada corta hasta el mirador de Laguna de Horcones bajo el pico más alto de Sudamérica, y un almuerzo regional caliente en un acogedor parador de montaña antes de regresar por valles y pueblos hacia la tarde.
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