Saldrás de El Calafate bordeando la costa salvaje del Lago Argentino en un 4x4 con guías locales que conocen cada historia y atajo. Camina entre pinturas rupestres milenarias en las Cuevas de Walichu y comparte un guiso de cordero con vino dentro de la misma roca. El silencio es profundo — lo sentirás en tus huesos mucho después de irte.
Apenas salimos de El Calafate cuando nuestro chofer, Martín, señaló un par de ñandúes que cruzaban entre los arbustos — él los llamó “choiques” y se rió cuando intenté repetirlo. El viento que venía del Lago Argentino era frío, pero dentro del 4x4 se sentía cálido, solo nosotros cuatro y las historias de Martín sobre su infancia aquí. Contó que su abuelo pescaba en estas orillas antes de que existieran caminos. Apoyé la frente en la ventana y vi cómo los acantilados pasaban bajo esa luz tenue y patagónica.
La primera vez que vi las pinturas rupestres en las Cuevas de Walichu no imaginé que se sentirían tan… cercanas. Como si pudieras escuchar la respiración de alguien detrás tuyo mientras seguías con la mirada esas líneas rojas desvanecidas. Nuestra guía (esta vez Lucía, que tomó el relevo de Martín) nos contó la antigüedad de las pinturas y que nadie se pone de acuerdo sobre el significado de todos los símbolos. Me dio un trozo de pan casero mientras almorzábamos sentados en una fresca piedra dentro de una de las cuevas — guiso de cordero humeante en pequeños platos, vino tinto servido en vasos desparejados. El olor a humo se me quedó en la chaqueta por horas.
No dejaba de pensar en el silencio que había allá afuera, junto al Lago Argentino. Incluso cuando Lucía hablaba de pueblos antiguos o señalaba cóndores en el cielo, había una calma entre sus palabras — no era incómoda, sino el silencio inmenso del gran cielo. De regreso al pueblo, Martín bajó la velocidad para que pudiéramos ver cómo la luz del sol bailaba sobre el agua. Alguien preguntó si todavía vienen personas para ceremonias; Lucía solo sonrió y dijo que hay cosas que nunca se van del todo de un lugar.
Sí, el tour incluye recogida en tu hotel en El Calafate.
El almuerzo incluye guiso de cordero con pan casero, sopa de verduras, mousse de chocolate y vino o jugo.
Es una excursión de medio día, ideal para días de llegada o salida.
Sí, guías locales especializados conducen la experiencia y comparten el contexto histórico.
El tour es apto para todos los niveles de condición física, pero no se recomienda para personas con lesiones de columna o problemas cardiovasculares.
Tu día incluye traslado desde tu hotel en El Calafate, caminatas guiadas por las Cuevas de Walichu con expertos locales que cuentan historias durante el recorrido, y un almuerzo tradicional servido dentro de una de las cuevas — guiso de cordero con pan casero, sopa de verduras, mousse de chocolate de postre y tu elección de vino tinto, jugo de naranja o agua antes de regresar bordeando el Lago Argentino.
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