Navegarás por los canales del Tigre con un guía local, disfrutarás empanadas frescas en un club a la orilla del río, pasearás por la avenida Victorica entre jardines y museos, y vivirás la esencia del mercado de Puerto de Frutos. No es solo paisaje, son momentos que quedan contigo cuando vuelves a Buenos Aires.
Antes de salir de Buenos Aires, alguien me ofrece un vasito de mate. Nuestra guía, Lucía, que creció cerca del delta, sonríe y dice que es para entrar en clima. No sé si es la cafeína o el aire del río, pero cuando ya navegamos por el Río de la Plata en esa lancha elegante, todo se siente más liviano. Ves cómo la ciudad se va quedando atrás, esas torres que se hacen pequeñas, y de repente sólo hay juncos, muelles de madera y aves que rozan el agua. La excursión al Delta del Tigre desde Buenos Aires no es larga—quizá una hora y media en el barco—pero el tiempo allá afuera se estira de una forma extraña. Intentaba memorizar cómo la luz del sol se reflejaba en el agua turbia entre las islas.
Paramos en Vivanco para probar empanadas (todavía calientes, con la masa hojaldrada pegándose a los dedos). El lugar estaba en silencio, roto sólo por una risa en español en una mesa cercana. Lucía señaló unos trofeos de remo antiguos en una estantería—contó que su tío solía competir ahí. Traté de pedir otra empanada en español y la camarera me sonrió; seguro lo hice mal, pero me entendieron. Luego caminamos despacio por la avenida Victorica—el río Luján a un lado, jardines y casonas antiguas al otro. Muy cerca está el Museo de Arte de Tigre, con sus columnas blancas que casi brillan entre tanto verde.
Puerto de Frutos estaba más animado de lo que esperaba—puestos de frutas mezclados con artesanías y gente gritando precios sobre cestas de naranjas. Olía a pulidor de madera y cítricos. Me alejé un rato sólo para mirar los barcos descargando cajones en el muelle, pensando en cómo ese lugar fue la entrada de toda la fruta del Delta del Paraná para los mercados de Buenos Aires. Es curioso cómo los lugares cambian pero mantienen su propio ritmo.
El tour suele durar medio día, con alrededor de 1 a 1,5 horas en barco más paradas en Tigre.
Sí, el traslado ida y vuelta está incluido si eliges esa opción al reservar.
Te servirán empanadas caseras como snack en el restaurante Vivanco en Tigre.
Puerto de Frutos es un antiguo mercado de frutas junto al río Luján con puestos de productos y artesanías.
Sí, es ideal para niños y apta para todos los niveles de condición física.
El tour en grupo pequeño está limitado a 14 personas.
El recorrido pasa por el Museo de Arte de Tigre, pero no incluye entradas.
Tu día incluye traslado ida y vuelta desde el hotel si lo seleccionas, paseo compartido en barco premium por el Delta del Tigre con refrescos a bordo, acompañamiento de un guía local profesional durante todo el recorrido y empanadas caseras en el restaurante Vivanco antes de explorar juntos la costa de Tigre.
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