Este traslado privado cubre tu viaje entre el puerto de cruceros de Buenos Aires y tu hotel (o viceversa), con choferes locales que ayudan con el equipaje y conocen bien la ciudad. Disfruta de un viaje con aire acondicionado, manejo seguro de tus maletas y un traslado rápido hasta la puerta de tu hotel—sin líos con taxis ni problemas de idioma. Un detalle que hace que llegar a Buenos Aires sea mucho más fácil.
Acabábamos de pasar la aduana en el puerto y ahí estaba un tipo esperándome en la Puerta 3 con un cartel con mi nombre—se sentía bastante oficial, la verdad. El aire afuera tenía esa mezcla de brisa del río y el humo de la ciudad, que se notó al instante después del aire filtrado del barco. Nuestro chofer, Martín, sonrió y tomó mi maleta como si no pesara nada. Hablaba con ese ritmo relajado de Buenos Aires—mitad español, mitad inglés—contándome que los domingos la ciudad arranca más despacio. Me fijé que su auto estaba impecable y fresco por dentro (gracias a Dios por el aire acondicionado), y hasta tenía tango sonando bajito en la radio.
El viaje hasta nuestro hotel en el centro duró unos veinte minutos, como mucho. Pasamos por viejos galpones pintados con colores vivos, algunos vendedores callejeros ya preparando todo para el día. En un semáforo rojo, Martín señaló una panadería con medialunas recién hechas—dijo que son las mejores temprano, cuando todavía se huele la manteca desde la cuadra de enfrente. No paraba de mirar mis bolsos atrás; todo parecía seguro y bajo control. Nada de líos con taxis ni tener que explicar direcciones en español a medias—solo un traslado privado y cómodo del puerto al hotel.
Sinceramente, no esperaba sentirme tan tranquilo después de un viaje largo. Los asientos tenían más espacio para las piernas de lo que suelo tener, y había lugar para las tres valijas grandes y los bolsos de mano sin apilarlas raro. Cuando llegamos, Martín ayudó a bajar todo y nos deseó “buena estadía.” Fue un comienzo súper suave—simple, pero que hizo toda la diferencia después de días en el mar.
Tu chofer te espera justo afuera de la aduana en la Puerta 3 con un cartel con tu nombre. Es muy fácil de ver al salir.
Generalmente unos 20 minutos, dependiendo del tráfico entre el puerto y la mayoría de los hoteles céntricos.
Sí, los traslados funcionan las 24 horas para que reserves la hora que mejor te convenga.
El vehículo tiene espacio cómodo para hasta tres valijas grandes y dos bolsos de mano por reserva.
Tu reserva incluye transporte privado de ida entre el puerto de cruceros de Buenos Aires y tu hotel (o viceversa), ayuda con hasta tres maletas grandes y bolsos de mano, vehículo con aire acondicionado conducido por un profesional local con licencia, peajes y estacionamiento incluidos, y una recogida amable justo donde llegas—todo organizado para que no tengas que preocuparte por nada al aterrizar o atracar.
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