Comienza tu tour por Buenos Aires desde el puerto con guías locales que te llevan por plazas históricas, las coloridas calles de La Boca y el moderno Puerto Madero. Disfruta una degustación de Dulce de Leche en San Telmo y muchas paradas para fotos, todo antes de que zarpe tu barco.
Apenas bajamos del barco, Lucía, nuestra guía, nos saludó con una gran sonrisa y un cartelito con nuestros nombres. El aire estaba fresco y olía a café mezclado con un poco de diesel del puerto. Nuestro pequeño grupo subió a una van (con el aire acondicionado a tope, menos mal) y arrancamos por Buenos Aires antes de que terminara mi primer mate. Primera parada: Plaza de Mayo. Lucía nos señaló el balcón de Evita en la Casa Rosada—la verdad, es más rosa de lo que imaginaba—y nos contó sobre las protestas que aún se hacen ahí cada semana. Cerca de la catedral, un vendedor ofrecía churros; casi caigo, pero decidí esperar a la degustación de Dulce de Leche más tarde.
Después llegamos a San Telmo—baldosas bajo los pies y faroles antiguos iluminando la calle. Vimos a un par de bailarines de tango practicando en la esquina, la música resonando por toda la cuadra. Alguien preguntó por Mafalda (la famosa niña de la historieta), y Lucía nos llevó directo a su estatua para sacar fotos. La degustación de Dulce de Leche fue en una tiendita que olía a caramelo y pan recién hecho. Juro que podría comerlo a cucharadas. Luego fuimos a La Boca—un estallido de colores, casas azules y amarillas, ropa tendida sobre los puestos de souvenirs. La calle Caminito estaba animada pero sin agobios; se mezclaban risas con música de acordeón.
Puerto Madero parecía otra ciudad—torres de vidrio reflejando el sol sobre el río, gente corriendo por los muelles. Paramos en el Puente de la Mujer; Lucía explicó que su forma representa a una pareja bailando tango (tuve que entrecerrar los ojos para verlo). Más tarde, pasamos por los imponentes edificios de Recoleta y los parques frondosos de Palermo—lugares perfectos para sentarse con un helado y ver pasar a los perros. Antes de volver al puerto, hicimos una última parada para fotos en la Avenida 9 de Julio—el Obelisco justo frente a nosotros y el tráfico zumbando alrededor. Es increíble cuánto se puede conocer en medio día cuando te acompaña alguien que sabe del lugar.
Sí, incluye recogida y regreso directo al puerto para que no pierdas tu barco.
Los grupos son de hasta 14 personas para una experiencia más personalizada.
Podrás probar Dulce de Leche en una parada en San Telmo como parte del recorrido.
El vehículo es accesible para sillas de ruedas plegables si alguien acompaña para ayudar a subir.
Tu día incluye un recorrido guiado con un profesional local, transporte con aire acondicionado para moverte cómodo entre barrios, todos los impuestos y entradas incluidos, además de recogida y regreso al puerto para que no tengas que preocuparte por los horarios. También disfrutarás de una dulce degustación de Dulce de Leche antes de volver a tu barco.
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