Sentirás cómo se acelera tu corazón al recorrer las dunas rojas de Riad en quad, para luego relajarte con un paseo en camello mientras escuchas historias locales. Parada en una casa tradicional para tomar té dulce y disfrutar de la hospitalidad sencilla antes de volver—prepárate para calma inesperada y risas con arena en los zapatos.
No esperaba que el desierto cerca de Riad oliera a algo más que polvo, pero al salir de la furgoneta—todavía con los ojos entrecerrados por el aire acondicionado—el aire tenía un aroma cálido y terroso, casi dulce. Nuestro guía, Khalid, nos sonrió como si ya hubiera visto esa reacción antes. Me dio un casco para el quad (que me puse al revés al principio—nadie dijo nada, pero pillé la sonrisa de Khalid), y en un instante estábamos en marcha. El motor vibraba bajo mis manos mientras zigzagueábamos por las dunas; cada bache levantaba pequeñas nubes de arena roja que se metían en mis zapatos. Pensaba que me iba a caer, pero de alguna manera no pasó. El corazón me latía fuerte, pero de emoción.
Después de esa adrenalina, montar en camello parecía casi cómicamente lento. Mi camello se llamaba Lulu—tenía unas pestañas larguísimas y, la verdad, parecía aburrida de todos nosotros, los de ciudad. Lo que más me sorprendió fue el silencio; solo se oía el viento rozando la arena y alguna risa que sonaba demasiado fuerte. Khalid nos contó historias de su abuelo cruzando esas mismas dunas (no sé si bromeaba o no). El sol cambió y todo se volvió dorado por un momento—uno de esos instantes que no sabes si fotografiar o simplemente guardar en la memoria.
Parábamos en una antigua casa de adobe escondida tras unas palmeras datileras. Las paredes estaban frescas al tacto, ásperas bajo mis dedos. Dentro olía ligeramente a cardamomo y a algo ahumado—¿quizá café? No había ningún espectáculo, solo unos locales charlando en árabe y ofreciéndonos té dulce sin hacer mucho ruido. Se sentía más auténtico de lo que esperaba. De camino a Riad, me encontré quitándome la arena de los vaqueros y pensando en las pestañas de Lulu y ese extraño silencio pacífico allá afuera—¿sabes?
El tour dura entre 3 y 4 horas, incluyendo traslados desde Riad.
Sí, se incluye recogida y regreso al lugar que indiques.
No, no hace falta experiencia; te dan instrucciones antes de empezar.
Incluye agua embotellada y tiempo para refrescarse en las paradas.
Ropa cómoda que no te importe que se ensucie; lo mejor son zapatos cerrados.
Los bebés deben ir en el regazo de un adulto; revisa las restricciones de salud antes de reservar.
Sí, visitarás una antigua casa árabe con arquitectura tradicional.
Sí, los animales de servicio están permitidos según la información del tour.
Tu día incluye recogida y regreso desde el punto que elijas en Riad, todas las entradas y tasas, agua embotellada para el calor, paseo en quad por las dunas rojas, safari tranquilo en camello y tiempo en una antigua casa tradicional antes de volver en vehículo con aire acondicionado.
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