Camina por el corazón medieval de Núremberg con una guía local, toca el anillo de los deseos en la Schöner Brunnen, comparte el almuerzo en Hauptmarkt y luego contempla los restos impactantes de los Recintos Nazis. Momentos que se quedan contigo, entre luz y sombra.
¿Alguna vez te has preguntado cómo una ciudad puede guardar tanta historia en tan pocas calles? No esperaba que el casco antiguo de Núremberg se sintiera tan vivo — incluso con la llovizna de esa mañana, se escuchía el bullicio de los puestos en el Hauptmarkt. Nuestra guía, Anna, nos llamó junto a la Schöner Brunnen (que significa “Fuente Bonita”, aunque para mí era más dorada que bonita). Nos señaló el anillo de los deseos — intenté girarlo sin que nadie me viera, pero tenía las manos pegajosas por un rollo de canela que había comido antes. Se olía el aroma de las salchichas a la parrilla mezclado con la lluvia sobre las piedras antiguas.
Paseamos frente a la iglesia de San Sebaldo y subimos hacia el Castillo Imperial. Los adoquines están irregulares, así que cuidado al mirar esos techos medievales (casi me caigo un par de veces). Anna nos contó sobre la casa de Albrecht Dürer — tenía una forma de hablar que hacía que pareciera alguien con quien podrías cruzarte en una panadería. Hicimos una breve pausa para almorzar en la plaza del mercado; terminé compartiendo banco con un hombre mayor que me ofreció la mitad de su pretzel y me contó que vivía ahí desde antes de que cayera el muro. Esa historia me quedó grabada más de lo que esperaba.
La segunda parte del tour fue más intensa — tomamos transporte público hasta los Recintos del Partido Nazi. Era como entrar en otra historia: espacios amplios de concreto, líneas rectas y un silencio extraño, a pesar de que pasaban coches cerca. Anna no suavizó nada; nos habló de lo que pasó aquí durante el Tercer Reich y nos mostró el Salón de Congresos — inacabado y con ecos. Difícil no sentir algo parado ahí, especialmente después de ver lo animado que está el casco antiguo a solo un viaje en tranvía. Ese contraste sigue en mi mente.
El tour dura unas 4 horas, incluyendo la pausa para almorzar.
Sí, recorrerás el casco antiguo a pie y visitarás los Recintos del Partido Nazi usando transporte público.
Sí, hay una breve pausa para almorzar en el mercado Hauptmarkt durante el tour.
El transporte público está incluido en el precio del tour.
Los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante el recorrido.
El tour se realiza en inglés con una guía local.
Visitarás Hauptmarkt, Schöner Brunnen, la iglesia de San Sebaldo, la casa de Albrecht Dürer y los patios del Castillo Imperial.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este recorrido a pie.
Tu día incluye una guía local de habla inglesa durante todo el recorrido por el casco antiguo y los Recintos del Partido Nazi, los billetes de transporte público necesarios para moverte entre los puntos, y tiempo para almorzar en Hauptmarkt antes de visitar juntos el Salón de Congresos y la Arena Luitpold.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?