Viaja en tren desde Múnich con un guía oficial que comparte historias reales y contexto durante el trayecto. Recorre en grupo pequeño todas las zonas accesibles del Memorial de Dachau, haciendo pausas para reflexionar en puntos clave como la puerta del Jourhaus y los antiguos barracones. Un tour de medio día que deja huella emocional.
Ya estábamos a mitad de camino hacia Dachau cuando me di cuenta de lo silencioso que se había vuelto nuestro grupo. El tren desde Múnich dura unos 25 minutos, pero se sintió más largo, tal vez porque nuestra guía, Anna, empezó a contar detalles sobre los inicios del campo y el ascenso del nazismo. Hablaba en voz baja, como si no quisiera molestar a nadie más en el vagón. Hubo un momento en que señaló los campos afuera y dijo que algunos prisioneros los vieron por primera vez en años solo al ser liberados. Eso me quedó grabado.
La caminata desde la estación hasta el Memorial del Campo de Concentración de Dachau no es larga, unos diez minutos quizá. Hacía más frío de lo que esperaba, mis manos buscaban refugio en los bolsillos, y había una humedad en el aire que hacía todo más pesado. Anna se detuvo en la puerta del Jourhaus y nos dejó contemplar esas letras de hierro: ARBEIT MACHT FREI. Había visto fotos antes, pero estar ahí fue distinto. Alguien detrás de mí susurró algo en alemán; no entendí, pero sonó como una oración.
Adentro, avanzamos despacio por cada zona: las salas de registro, los restos de los barracones, incluso donde entrenaban los oficiales de las SS. Anna nos contó historias de quienes sobrevivieron y de quienes no lograron salir. Explicó cómo Dachau sirvió de modelo para otros campos y qué pasó tras la liberación en 1945. En un momento toqué una de las paredes de piedra fría sin pensarlo; era más rugosa de lo que imaginaba. Nadie nos apuró. Aunque éramos un grupo pequeño (creo que unos doce), a veces la gente se separaba para quedarse en silencio o simplemente escuchar el viento mover las hojas secas en los caminos.
No esperaba sentir hambre o sed durante esas horas —no creo que nadie lo hiciera— pero en Múnich hay sitios para comer algo si lo necesitas al volver. El tren de regreso fue aún más silencioso; Anna respondía con calma si alguien preguntaba. Sigo pensando en esa vista desde el andén cuando dejamos atrás Dachau, con el cielo gris y plano.
El tour dura unas 5 horas en total, incluyendo el viaje en tren entre Múnich y Dachau.
Sí, el precio incluye los billetes de transporte público entre Múnich y Dachau.
El grupo máximo es de 18 personas por tour.
No, los niños menores de 14 años no pueden participar en las visitas guiadas al memorial.
Sí, todas las áreas y el transporte incluidos son accesibles para sillas de ruedas.
El punto de encuentro es Marienplatz en el centro de Múnich; se recomienda llegar a las 8:45 para registrarse.
No se proporcionan refrescos ni snacks durante el tour; puedes comprarlos antes de salir o al regresar a Múnich.
Visitarás todas las zonas públicas, incluyendo salas de registro, restos de barracones, áreas de entrenamiento de las SS, la puerta del Jourhaus y más.
Tu día incluye billetes de tren ida y vuelta entre Múnich y Dachau con un guía profesional autorizado que te acompaña en cada paso dentro del memorial; recorrerás en grupo pequeño todas las áreas accesibles antes de regresar al centro de Múnich a primera hora de la tarde.
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